CASTELLÓ. A falta de conocer la composición de la plantilla que defenderá los colores albinegros en su andadura en la Primera RFEF y de la que no se ha revelado ningún detalle –no se han anunciado altas ni bajas desde la entidad-, la afición albinegra sí que ha dejado claro que Castalia volverá a ser un hervidero tras el silencio obligado de la pasada temporada.
Tan solo han transcurrido tres días de campaña de abonados y el club ya roza las 3000 adhesiones -suma 2927 abonados-, en una muestra clara del respaldo que va a tener el equipo de Sergi Escobar pese a la decepción de un descenso aún reciente.
La afición castellonense está renovando en gran número de forma presencial en el palco VIP de Castalia y a través de la plataforma electrónica que ha habilitado el club. Esta fase 1 de campaña se prolongará hasta el 9 de julio y permitirá a los interesados reservar su abono pagando el 50 por ciento del importe. La otra mitad se canjeará directamente el 10 de julio con el reembolso del abono de la pasada temporada.
La respuesta de la hinchada albinegra supone una gran noticia para el Castellón, que tratará de recuperar el factor campo en su máxima extensión después de que el coronavirus le privara de disfrutar de ese elemento la pasada temporada.
El objetivo del Castellón es acercarse a las cifras de las cuatro últimas temporadas, en las que se superaron los 13.000 abonados. En esta ocasión el reto es mayor después de una temporada en la que el primer equipo albinegro ha sufrido el golpe del descenso, poniendo fin a una racha de tres temporadas de constante crecimiento deportivo.
Sin embargo, la respuesta de la afición en estos primeros días de campaña apunta a unos números que pocos clubes podrán igualar en Primera RFEF.