CASTELLÓ. El freno en la demanda de baldosas cerámicas se nota también en los países productores de azulejo fuera de las fronteras de la Unión Europea. En concreto, la industria cerámica brasileña experimentó un importante retroceso en 2022 tras un 2021 "excepcional" y en este 2023 prevén que se repita esta contracción.
Cabe señalar que Brasil es el tercer mayor productor de azulejos del mundo, tan solo por detrás de los gigantes China e India. Además, la demanda doméstica de Brasil absorbe entre el 80% y el 90% de su producción de baldosas. Una demanda que no había dejado de crecer en los últimos años hasta alcanzar el récord de 902 millones de metros cuadrados en 2021. Sin embargo, el pasado 2022 el consumo brasileño de baldosas se desplomó un 18,3% hasta los 736 millones de m2, la cifra más baja de los últimos cinco años. Según su patronal, esta caída se debe principalmente al freno en el sector inmobiliario del país, que se ha visto directamente afectado por las subidas de tipos de interés y la inflación. Esta circunstancia también abocó a las industrias azulejeras del país a reducir su producción un 12% para evitar acumular un stock excesivo.
En cuanto a las exportaciones, donde el azulejo brasileño compite con el español en algunos mercados, el comportamiento en 2022 también fue peor que el registrado el año anterior. Y es que en 2021 Brasil logró el récord histórico de ventas en volumen alcanzando los 130 millones de metros cuadrados. No obstante, en 2022 en valor, las exportaciones alcanzaron los 513 millones de dólares, un 5% más que en 2021, gracias a un aumento del precio medio, que pasó de 3,74 a 4,53 dólares por metro cuadrado.
Si se tiene en cuenta el comportamiento en Estados Unidos, el principal mercado exterior para el azulejo brasileño, se observa que en 2022 las ventas cayeron en volumen de 23,5 a 20,6 millones de metros cuadrados debido -según la patronal- al aumento de los costes del transporte que provocó que los productos cerámicos brasileños fueran menos competitivos.
Según la patronal azulejera brasileña, teniendo en cuenta los resultados del primer trimestre, esperan que este 2023 se contraigan tanto las ventas domésticas como las exportaciones, algo que creen que también provocará que se reduzca la producción total. No obstante, desde la patronal española de fritas, esmaltes y colores cerámicos, que es proveedora de la industria azulejera de Brasil, aseguran que no han notado una caída en este mercado, lo que podría indicar que los productores del país sudamericano estarían aprovechando la bajada del precio del gas para generar stock.
Pese a esta contracción que está experimentando el sector actualmente, desde la patronal se muestran "convencidos" de que la recuperación comenzará tan pronto como empiecen a bajar los tipos de interés. Además, aseguran que cuentan con un plan a medio plazo para invertir en sostenibilidad y diseño que les permita ganar en competitividad. Desde el sector brasileño afrontan el futuro con el reto de mejorar en tecnología y diseño y se consideran bien posicionados para competir en mercados internacionales para evitar depender tanto de su mercado interior.
Hay que tener en cuenta que la llegada de grandes multinacionales del sector en los últimos años ha ayudado a que la industria azulejera brasileña aumente su nivel de experiencia. Es el caso por ejemplo de Mohawk, el mayor productor mundial de azulejo, que el año pasado anunció la compra de la brasileña Elizabeth Recubrimientos y que un año antes hizo lo propio con la también brasileña Eliane.