CASTELLÓ. La Cámara de Comercio de Castellón prevé que el primer semestre de 2023 todavía sea "malo" pero, tal y como ha expresado su presidenta Dolores Guillamón, tiene "plena confianza en que la situación económica de la provincia mejore a partir de mayo/junio del año que viene". Sin embargo, ha apuntado a que la evolución de la economía provincial está estrechamente ligada a la evolución del sector cerámico y por ende a cómo se desarrollen los acontecimientos internacionales con la guerra de Ucrania y Argelia como principales escollos. "Aunque este año ya hemos atravesado muchas dificultades, el futuro no vaticina a corto plazo un mejor escenario", ha manifestado Guillamón.
De hecho, en el balance anual de la Cámara de Comercio que se ha presentado este miércoles, los números ya reflejan la afección de la crisis que vive mayoritariamente el sector de las fritas y esmaltes por el bloqueo comercial con Argelia. Y es que este, sumado a la guerra de Ucrania y el bloqueo a Rusia, ha sido uno de los principales motivos por los cuales han disminuido un 25% la legalización de documentos que realiza la Cámara para comerciar con países terceros. Debido a la disminución de las exportaciones, la cifra de negocio de la entidad cameral se ha visto mermada respecto a las previsiones iniciales y cerrará el ejercicio en 1,94 millones de euros. En este sentido, el secretario general de la Cámara de Comercio, Jesús Ramos, ha explicado que de cara a la previsión del presupuesto de 2023 mantienen la caída del 20% en las certificaciones ya que parece "complicado" una resolución de los conflictos internacionales, tanto en Ucrania como en el caso de las relaciones con Argelia.
Guillamón ha insistido en la importancia de que se materialicen ayudas para el sector cerámico tal y como están haciendo otros países como Italia, porque si el azulejo "se pone malito de verdad, a los demás nos enterrarán", ha dicho. Refiriéndose al impacto del sector en el resto de la economía provincial, la presidenta ha manifestado que "desgraciadamente" el azulejo es el pilar fundamental de la economía de Castellón y según ha explicado "habrá más ERTE y más despidos por desgracia, y los trabajadores no podrán consumir en restauración ni irán a comprar a las tiendas". En la misma línea, el director gerente de la Cámara de Comercio, Javier Valls, ha señalado que se espera una caída de la producción del sector cerámico de entre el 15 y el 20 por ciento. También ha recordado que las exportaciones del sector pese a haber aumentado en valor han disminuido en metros cuadrados y toneladas.
No obstante, Guillamón ha hecho hincapié en que "no hay que ser alarmistas" y que "hay que tener confianza en que la situación mejore a lo largo del año que viene". "Sabemos que la situación es muy complicada, pero en nuestro ánimo está colaborar y buscar las sinergias necesarias para que la recuperación venga lo más pronto posible y lo haga en las mejores condiciones".
Desde la Cámara también consideran crucial que se apoye al sector cerámico para paliar los altos costes que sufren. "Reivindicamos mejores condiciones para competir a nivel internacional y que la Unión Europea reparta cartas equivalentes a los diferentes países que la componen, al igual que el Gobierno central". La presidenta de la Cámara también considera que "no se ha apoyado lo suficiente al sector".
En cuanto a las previsiones presupuestarias de la propia Cámara para 2023 contemplan una recuperación que de cumplirse se plasmaría con un superávit de casi 290.000 euros. Ramos ha explicado que pese a que los gastos aumentarán debido principalmente al incremento salarial del 5% para el personal de la entidad, se contempla también un aumento de los ingresos por subvenciones. En este caso la contratación pública supondrá más de dos millones de euros de ingresos para la Cámara, que sumado a los 350.000 euros de ingresos de explotación y el aumento de la cifra de negocio hasta los 2,07 millones dejarían unos ingresos totales de 4,45 millones.