CASTELLÓ. La Unió de Llauradors ha elaborado un estudio sobre la campaña de la fruta de verano (albaricoque, melocotón, nectarina y ciruela), cuya conclusión más destacada es que la adversa meteorología de los últimos meses ha provocado una merma de cosecha del 20% en la provincia de Castellón y unas pérdidas estimadas superiores a los 500.000 euros.
La reducción de producción se debe a una concatenación de adversas condiciones meteorológicas. En primer lugar, un invierno con temperaturas altas que ha provocado la necesaria falta de horas de frío en los cultivos; posteriormente un mes de marzo muy lluvioso, con exceso de humedad y pocas horas de sol que ha traído una polinización defectuosa y un mal cuajado de los frutos.
Por cultivos, en el albaricoque la reducción media de cosecha se cifra en el 40% y las pérdidas para los productores serán de unos 231.000 euros, lo que representará casi la mitad de las pérdidas económicas totales de la fruta de verano en la provincia de Castellón.
En melocotón, la nectarina, el paraguayo y la pavía, el descenso previsto será de un 10% con unas pérdidas cifradas en unos 218.000 euros. Por lo que se refiere al ciruelo las perspectivas de producción indican un decrecimiento del 25% y unas pérdidas para los agricultores de 118.000 euros.
El descenso de la cosecha en la provincia de Castellón, cifrado en 752 toneladas, es el más bajo de la Comunitat, donde la Unió estima unas perdidas de más de 18,5 millones de euros. Tres comarcas valencianas, la Vall d'Albaida, la Ribera Alta y la Costera, se llevan la peor parte, con pérdidas de 5,4 y 2,2 millones. A su vez, la provincia de Alicante acumula una reducción de ingresos de 4 millones de euros.
La Unió resalta que por el momento no existen precios en ninguna lonja ni por parte de ninguna Administración para comparar los actuales respecto a las mismas fechas de la pasada campaña y conocer así la tendencia. El descenso de la producción tanto en la Comunitat Valenciana como en el conjunto de zonas productoras del Estado, junto al aumento general de consumo de frutas y hortalizas por el Covid-19, debería servir, en condiciones normales, para que los precios de la fruta aumenten en origen. Sin embargo, existe preocupación en el sector por desconocer la evolución de las cotizaciones y por ver la marcha de las exportaciones.
En relación a una posible falta de mano de obra, la organización agraria no prevé demasiados problemas, salvo momentos puntuales en almacenes; pero sí que existe cierta preocupación por temas logísticos, como el de los desplazamientos de los trabajadores para la recolección en campo con las limitaciones impuestas por el Covid-19. Se prevé que esto pueda aumentar los costes.