CASTELLÓ. La crisis de demanda que atraviesa el sector azulejero no deja de preocupar. Y menos con los datos que se suceden mes tras mes y que evidencian una contracción de la actividad a pasos agigantados que, tras un año 2022 complicado por el alza desmesurada de los costes energéticos y del gas, deja también un 2023 con cifras poco halagüeñas. El sector de pavimentos cerámicos cerró un mes de diciembre con el peor dato de producción industrial de los últimos quince años.
Así lo revelan los datos provisionales de la patronal azulejera Ascer y los que ha hecho público el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Índice de Producción Industrial (IPI) del sector cerámico. Datos que reflejan que el mes de diciembre de 2023 registró un nivel de producción que recuerda a la pasada crisis financiera. Concretamente, es el peor registro desde agosto de 2009, lo que evidencia la envergadura de la contracción a la que se enfrenta el clúster cerámico de Castellón.
Según los datos ofrecidos por el INE, la caída de producción interanual del pasado mes de diciembre fue de nada menos que del 29,2% respecto al mismo mes del año anterior. Un porcentaje que va en la línea de lo registrado en otros meses de este año, pero que supera la media de este año, que al final se ha situado en una caída de 21,2% respecto a 2022.
"Con el dato provisional de 2023, se confirman nuestras peores previsiones", señalan fuentes de la patronal azulejera Ascer, donde apuntan que "incluso quedan peor de lo previsto" por el sector, que apuntaba a una contracción de cerca del 20% en la producción industrial. Con el cierre de este diciembre, por tanto, la merma productiva empeora un cierre del año que preocupa al tejido empresarial y a las administraciones.
En cifras absolutas, Ascer asegura que la producción sectorial de este año se queda en 394 millones de metros cuadrados, por debajo de los 400 millones, algo que "no sucedía desde los años de la crisis de la construcción", recalcan al respecto. Entonces, 2009 cerró con 324 millones de metros cuadrados, el año siguiente, 366 millones, y en 2011, con 392 millones de metros cuadrados. Si comparamos con 2021, año previo a la crisis energética, el sector ha reducido en un tercio su producción (-33%).
Normalmente, las fábricas azulejeras suelen aprovechar la época veraniega para, con la merma de pedidos y la bajada de actividad, parar la producción temporalmente y realizar las tareas de mantenimiento oportunas. Sin embargo, con la crisis estos parones se han extendido también a la época navideña. De hecho, ya en otoño se preveía que en las semanas de final de año se produjeran más paradas de cara a Navidad, o incluso antes. Incluso no se descartaba que se llevaran a cabo paradas de plantas que estaban en marcha fruto de la caída de clientes. Así pues, los datos del mes de diciembre confirman e incluso empeoran las previsiones del sector, donde se suceden los ERTE y los ERE.