RIBESALBES. La Diputación de Castellón reivindicará ante la Generalitat Valenciana la petición del Ayuntamiento de Ribesalbes de que se finalicen las obras de la futura residencia local. Así se ha comprometido la vicepresidenta y diputada de Bienestar Social, Patricia Puerta, con el alcalde, César Pallarés, en una visita reciente a esta localidad de la Plana Baixa para conocer la realidad de los servicios sociales municipales. Para ello asumirá el papel de intermediaria entre el consistorio y la Conselleria de Políticas Inclusivas con el objetivo de que "esta demanda histórica sea una realidad cuanto antes".
Puerta ha destacado que "la obra está ejecutada en parte desde hace muchos años pero hace falta todavía una fuerte inversión para acabar de acondicionar las instalaciones y que sean aptas para su uso como residencia".
La Diputación, pues, será quien servirá de enlace con la administración autonómica para que esta ejerza sus competencias, complete los trabajos de construcción y active este servicio que, "sin lugar a dudas, beneficiará a muchísimas personas y creará nuevos puestos de trabajo en la zona". Con este apoyo al Ayuntamiento, la vicepresidenta quiere evidenciar que "este equipo de gobierno progresista ve en la potenciación de los servicios públicos una manera de revertir el problema de la despoblación que afecta a las zonas interiores de la provincia".
En su visita, la propia vicepresidenta ha estado a los pies de la estructura del edificio que en un futuro tendrá que acoger la residencia. Posteriormente, Puerta se ha desplazado a la unidad de conciliación familiar del municipio y al club de la tercera edad, donde ha podido conversar con las personas usuarias para pulsar su opinión y recoger sus propuestas de mejoras "que nos ayudan a mejorar el servicio".
La ruta por el interior provincial continuó esa misma mañana en Fanzara, donde la titular de Bienestar Social pudo visitar el club de la tercera edad y el servicio de promoción de la autonomía personal junto con la alcaldesa de la localidad Mari Luz Ortells. En el primer caso, el colectivo de personas jubiladas ha podido adquirir nuevos equipamientos para la sede con una subvención de la Diputación, mientras que en el caso de la conocida como unidad de respiro cuenta con el apoyo económico de la institución para la prestación del servicio.
