CASTELLÓ. La Diputación Provincial de Castellón y la Universitat Jaume I de Castelló han reforzado el papel vertebrador y dinamizador de la empresa familiar en el territorio, a través de la jornada 'Empresa familiar y dinamización del territorio'.
La Cátedra Cohesión e Innovación Territorial, UJI-Diputación de Castellón ha organizado esta jornada dirigida a empresas familiares en la cual se han abordado diversas cuestiones relacionadas con el modelo de negocio familiar en dos mesas redondas y dos ponencias. Así pues, se han analizado aspectos muy importantes como la puesta en valor del conocimiento, su relación con el territorio y su impacto social, pero también los procesos para facilitar su profesionalización y transmisión generacional.
La vicepresidenta de la institución provincial y responsable del área Económica, María Ángeles Pallarés, ha manifestado que "esta jornada ha supuesto una gran oportunidad para reconocer y conocer la realidad de las empresas familiares de nuestro territorio y como han sabido conjugar los valores y principios fundacionales con la necesidad de renovar e innovar los procesos de negocio". En este sentido, la vicepresidenta ha resaltado la "capacidad de innovación y adaptación de las empresas castellonenses a los cambios del mercado" y ha señalado que "las empresas familiares son uno de los principales activos de la economía y de la sociedad, son generadoras de riqueza y empleo y están plenamente vinculadas al tejido social y empresarial de Castellón".
Sin duda, el territorio de la provincia de Castellón, y por extensión de la Comunitat Valenciana, está estrechamente vinculado con la empresa familiar como modelo de negocio, pero también como elemento de conexión con el territorio, con su cultura y su proyección hacia el futuro. "Este modelo de negocio, transmitido de generación en generación, ha sido y es un pilar fundamental en el tejido económico, representa la esencia de la perseverancia, resiliencia y visión a largo plazo", ha expresado María Ángeles Pallarés.
La forma de entender la continuidad generacional, convierte a la empresa familiar en entidades resilientes, comprometidas a su vez con la sostenibilidad y el futuro del territorio en que se ubican. Son entidades que destacan por su compromiso ético, incorporando en su toma de decisiones valores familiares y la puesta en práctica de comportamientos éticos y responsables.