Urbanización Golf Sant Gregori va a liquidación: la gestión directa es la opción más viable para el PAI

CASTELLÓ. La retirada de la condición de agente urbanizador del PAI Golf Sant Gregori ha abierto un nuevo capítulo para el desarrollo urbanístico de Burriana. La decisión aprobada la pasada semana supone que la compañía constituida para urbanizar los terrenos ha perdido su finalidad, por lo que solo le queda la vía de entrar en liquidación, algo que ya ha solicitado. En este sentido, y dado que la intención del consistorio es reflotar el Programa de Actuación Integrada para evitar el pago de centenares de hipotéticas demandas, la gestión directa es la opción más viable. Y así lo ratifica el informe encargado por el Ayuntamiento al respecto, que aconseja que sea el propio consistorio el que acometa el desarrollo de los 2,5 millones de metros cuadrados de suelo.

El pleno municipal acordó la semana pasada con los votos favorables de PP y Vox y con las abstenciones de PSPV y Compromís la retirada de la condición de agente urbanizador del PAI a la compañía Urbanización Golf Sant Gregori, en cumplimiento de la última sentencia del TSJ, que anulaba la adjudicación directa de esta condición a la empresa hace cuatro años. Así, con el pronunciamiento judicial en este sentido, el acuerdo consistorial, además de retrotraer las actuaciones, aprobó incautarse 8,5 millones de euros en concepto de aval de la empresa, además de otros 864.000 euros de recargo.

Ante este panorama, y teniendo en cuenta que el motivo de ser de la compañía era precisamente este proyecto, en virtud del plan de viabilidad que presentó en el marco del concurso de acreedores, en los últimos días ha presentado la solicitud para culminar la liquidación. 

Cobro de algo más de 3 millones

Durante la fase de urbanización, la firma había certificado prácticamente el 10% de las obras, por un valor aproximado de unos 9,9 millones de euros. De estos, había cobrado ya alrededor de 6,5 millones. De esta manera, el consistorio debería abonar el montante restante para liquidar la relación contractual y que la firma pueda culminar su propia liquidación tutelada por el administrador concursal. 

Lo aprobado por el Ayuntamiento, sin embargo, no supone que el desarrollo urbanístico no se vaya a llevar adelante. De hecho, el propio alcalde, el popular Jorge Monferrer, ya explicó en el pleno municipal que, en este proyecto, el consistorio está "al borde de un precipicio", ya que podría enfrentarse a "cientos de demandas millonarias" de los propietarios afectados si finalmente se suspendiera el PAI: "Nos queda elegir entre una solución mala y otra peor", dijo Monferrer para justificar que al consistorio solo le queda la opción de ejecutar el proyecto.

En ese sentido, el ejecutivo municipal tiene ante sí tres caminos posibles para relanzar el proyecto: por una parte, podría sacarlo a concurso público para encontrar un inversor que culminara el sector; también podrían ser los propios propietarios de los terrenos los encargados, en asociación, de acabar el PAI. Aunque estas dos opciones parecen muy complicadas debido a la alta conflictividad judicial del macroproyecto y a la falta de acuerdo entre los propietarios.

Por ello, parece que la opción con más posibilidades es la de que el Ayuntamiento sea, mediante gestión directa, el que lleve a cabo el desarrollo urbanístico. Además, así lo aconseja el informe externo que el actual equipo de gobierno encargó nada más llegar al consistorio. Este desaconseja una nueva licencia a una urbanizadora debido a los diferentes problemas judiciales que se arrastran, así como desaconseja abandonar el proyecto, ya que supondría centenas de demandas millonarias.

El informe, adelantado por el periódico Mediterráneo y que horas después ha hecho público el Ayuntamiento de la localidad, plantea que el consistorio sea el urbanizador, por lo que el equipo de gobierno, junto con los técnicos municipales, estudiarán esta vía como la más viable para sacar hacia adelante el macroproyecto con el que se pretende urbanizar más de 2,5 millones de metros cuadrados en el litoral del municipio. El primer edil insistió en que el consistorio "va a luchar hasta el final para que el PAI Sant Gregori no decaiga e hipoteque el futuro de las próximas generaciones", y recalcó que el proyecto es "una gran oportunidad para impulsar el turismo y atraer nuevas oportunidades para los burrianenses".