Durante el periodo de 1950 a 1980 se produjo una masiva migración de familias del campo a las ciudades. Este movimiento fue impulsado principalmente por la pérdida de empleos debido a la robotización y automatización de los procesos agrícolas y a la concentración de la industrialización en las grandes urbes, que podían proporcionar un amplio abanico de trabajadores a las empresas.
Las máquinas, aunque eliminaron numerosos empleos, también trajeron avances significativos para la sociedad. Ni que decir tiene que hoy en día vivimos mucho mejor que nuestros antepasados. Sin embargo, el abandono de las explotaciones agrícolas y ganaderas ha sido una constante que ha desencadenado la despoblación rural.
A pesar de ello, desde la pandemia de covid la venta de propiedades rurales y casas de campo ha aumentado un 25% en España. Parece que un número significativo de personas ha decidido revertir el camino de sus antepasados. El confinamiento, las restricciones y el estrés parecen ser los factores detrás de este cambio.
Pero este retorno a lo tradicional, a los pueblos, parece tener raíces más profundas. Este movimiento parece estar motivado por cuatro factores fundamentales, el cambio climático y las altas temperaturas en las ciudades, el hiperconsumo impulsado por nuestro estilo de vida, el estrés laboral en las oficinas y los cambios tecnológicos constantes. Mudarse a un pueblo se está convirtiendo en la mejor alternativa para muchas personas.
La inteligencia artificial facilita el aprendizaje de las nuevas tecnologías y permite que cualquier persona, en cualquier lugar, pueda desarrollar su vida profesional con un mejor nivel de vida, más equilibrado, sostenible y con menos estrés
En este contexto, la inteligencia artificial podría actuar como catalizador de este cambio, ya que facilita el proceso de aprendizaje de las nuevas tecnologías y permite que cualquier persona, en cualquier lugar, pueda desarrollar su vida profesional con un mejor nivel de vida, más equilibrado, sostenible y con menos estrés. El uso desmedido de ésta y otras tecnologías en las ciudades puede reducir la privacidad individual y generar desinformación. Sin embargo, en el medio rural, las nuevas tecnologías no son tan invasivas y el aislamiento geográfico proporciona una mayor sensación de libertad que en las metrópolis, donde el control masivo será cada vez más evidente.
Si observamos la interacción de las personas con la tecnología, parece evidente que estamos en un punto de inflexión. Nunca fue más fácil trabajar de forma remota, incluso crear nuestro propio empleo, y acceder a los mercados internacionales desde cualquier ubicación geográfica.
La inteligencia artificial se presenta como una tecnología de gran impacto para mejorar la eficiencia, la productividad y la gestión de grandes volúmenes de datos. Puede ayudarnos en todo el proceso de gestión de una empresa, y para ello, no es necesario estar ubicados en una gran ciudad; podemos hacerlo incluso mientras viajamos.
Hasta hace poco, las personas que vivían en los pueblos no tenían fácil acceso a otras empresas para realizar muchas de las tareas necesarias para llevar adelante la suya, pero ahora estas tareas se pueden realizar con un simple clic y sin necesidad de tener conocimientos avanzados. La inteligencia artificial permite crear una página web en minutos, con las características necesarias para mostrar nuestros productos de manera atractiva y para posicionarse bien en los buscadores. También nos permite utilizar las últimas estrategias de marketing para conectar con nuestros clientes, generando información de valor para nuestros usuarios en muy poco tiempo. Por lo tanto, el producto se vuelve más importante. Y si hay algo que los pueblos tienen en abundancia, es producto. Los pueblos cuentan con la tierra, la libertad y el tiempo necesario para construir un buen producto.
Ya no tenemos que estar corriendo detrás de nuestros hijos para llevarlos al colegio. Tampoco tenemos que preocuparnos por llevarlos a innumerables actividades extraescolares para ocupar su tiempo hasta que terminemos de trabajar. En los pueblos, los niños tienen todas las distracciones que puedan necesitar: ir al río a bañarse, construir una cabaña en un árbol, jugar al fútbol o salir a pasear en bicicleta. Si combinamos la inteligencia artificial con la vida rural, los padres podrán disponer de más tiempo libre para pasar con sus hijos y éstos tendrán tiempo para disfrutar de más actividades al aire libre.
Además, la inteligencia artificial puede desempeñar un papel crucial en la revitalización de las economías rurales. Por ejemplo, puede ayudar a los agricultores a optimizar sus operaciones agrícolas mediante el uso de tecnologías como la agricultura de precisión. Los drones equipados con IA pueden monitorear los campos, identificar problemas como plagas o enfermedades de las plantas y proporcionar soluciones precisas. Esto no solo puede aumentar la productividad, sino también reducir el impacto ambiental de la agricultura.
La IA también puede facilitar el acceso a los servicios de salud en las áreas rurales. Los sistemas de diagnóstico asistidos por IA pueden ayudar a los médicos a identificar y tratar enfermedades de manera más eficiente. Además, la telemedicina, facilitada por la IA, puede permitir a los residentes rurales acceder a servicios de salud de calidad sin tener que viajar largas distancias.
la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la vida rural pero para que esto suceda, es crucial garantizar que las áreas rurales tengan acceso a infraestructuras digitales de alta calidad, como la banda ancha de alta velocidad
En términos de educación, la inteligencia artificial puede personalizar el aprendizaje para cada estudiante, adaptándose a su ritmo y estilo de aprendizaje. Esto puede ser especialmente beneficioso en las áreas rurales, donde los recursos educativos suelen ser limitados.
La IA también puede ayudar a las empresas rurales a llegar a un público más amplio. Las herramientas de marketing digital impulsadas por IA pueden ayudar a las empresas a identificar a su público objetivo, personalizar su mensaje y optimizar su estrategia de marketing. Esto puede permitir a las empresas rurales competir en igualdad de condiciones con sus contrapartes urbanas.
Y la inteligencia artificial puede facilitar el trabajo remoto, lo que puede ser especialmente beneficioso para las áreas rurales. Las herramientas de colaboración asistidas por IA pueden permitir a los equipos trabajar juntos de manera eficiente, independientemente de su ubicación geográfica. Esto puede permitir a las personas vivir en áreas rurales sin tener que renunciar a las oportunidades de empleo en las ciudades.
En definitiva, la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la vida rural, facilitando el acceso a servicios de calidad, mejorando la productividad y permitiendo a las personas vivir y trabajar donde elijan. Sin embargo, para que esto suceda, es crucial garantizar que las áreas rurales tengan acceso a infraestructuras digitales de alta calidad, como la banda ancha de alta velocidad. Además, es importante proporcionar a las personas las habilidades necesarias para utilizar estas tecnologías de manera efectiva.
A medida que avanzamos hacia el futuro, la inteligencia artificial puede ser la clave para revitalizar la España rural, permitiendo a las personas disfrutar de los beneficios de la vida rural sin tener que renunciar a las oportunidades y comodidades de la vida urbana.
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El autor es CEO de Digit-S