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el comité de gestión de cítricos urge a la ue más restricciones en sudáfrica

La mancha negra se extiende en Túnez: el cítrico local reclama más controles en los envíos de fuera

10/05/2024 - 

CASTELLÓ. La mancha negra es la enfermedad considerada más peligrosa en los cítricos y hasta ahora se ha circunscrito especialmente en países del hemisferio sur como Sudáfrica. En Europa no hay constancia de su presencia pero los cítricultores españoles ponen la voz de alarma ante la extensión de esta plaga en un país mediterráneo como Túnez. Según un artículo de Journal of Phytopathology, este hongo llegó allí en 2020 y ahora se ha propagado a todas sus áreas citrícolas con pérdidas del casi el 100% en las parcelas sin tratar.

El Comité de Gestión de Cítricos reclama a la UE más controles en las importaciones de fuera para evitar la entrada de esta plaga a la vista de su afección en el país tunecino. Según explica la patronal en un comunicado, en 2019, tras detectar en puertos europeos en solo dos meses y en hasta siete partidas importadas de cítricos tunecinos la presencia de ‘Mancha negra’ (Citrus Black Spot, CBS o Phyllosticta citricarpa), sus autoridades confirmaron por primera vez la presencia de esta enfermedad en el noreste del país, en la gobernación de Nabeul y se declaró oficialmente un área infectada de 2.000 hectáreas.

 Aquello ya fue un hito mayúsculo pues era la primera vez que este patógeno –considerado el hongo más peligroso de la citricultura y cuyo combate está regulado en la UE como “prioritario”- se localizaba en un país mediterráneo, la primera vez que se identificaba en una zona productiva tan cálida como la española. 

"Ratificar tal cosa desmentía décadas de trabajos y esfuerzos por parte de Sudáfrica negando que el CBS pudiera adaptarse a unas condiciones de temperatura y régimen de lluvias como las de nuestro país", afirma el Comité de Gestión de Cítricos,  que alerta, de acuerdo con el artículo científico que, menos de un lustro después de aquella detección, la enfermedad está ya totalmente extendida en las áreas citrícolas de este país, no sólo en Nabeul sino también en Sousse. 

"Este nuevo trabajo se conoce en el momento más oportuno, justo después de que el Gobierno de Sudáfrica llamara a consultas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) a la Comisión Europea (CE) para cuestionar la normativa comunitaria que pretende evitar que las importaciones de cítricos procedentes de países como Sudáfrica puedan estar contaminadas por este hongo", agregan desde la organización. 

A juicio de la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Inmaculada Sanfeliu, este nuevo estudio  “evidencia la necesidad de mantener e incluso reforzar estas medidas de control –basadas en tratamientos fungicidas e inspecciones en origen- así como la falta de credibilidad científica de los exportadores de este país y de sus autoridades”.

Gravedad de la afección    

El referido artículo publicado en marzo recoge una investigación promovida desde las propias autoridades de Túnez, absolutamente transparente, con prospecciones y cuantificación de daños. 

El trabajo pone de manifiesto que no se trata de una detección anecdótica, evalúa la gravedad de la afección y sus consecuencias así como el riesgo fitosanitario y económico que representaría su entrada en territorios citrícolas de la UE. Sus conclusiones ratifican pues los sucesivos dictámenes elaborados por la EFSA (la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), presentados en 2008, 2014 y revisados en 2018, que son la base científica que la CE utiliza para defender la normativa europea actual –ahora nuevamente cuestionada en la OMC, como ya ocurrió en 2014- y que, no sólo se aplica a Sudáfrica sino también a Argentina, Uruguay, Brasil y Zimbaue, potencias exportadoras de cítricos que sufren esta enfermedad.  

Otro trabajo, también reciente, del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) ya acreditó mediante modelos modelos matemáticos de posibles infecciones, la idoneidad climática de la cuenca mediterránea para el desarrollo del CBS.

En este último artículo, como todos los anteriores realizados desde otras zonas del planeta afectadas, se confirma –además- que no existe ningún caso exitoso de erradicación de la ‘Mancha negra’ tras su introducción. 

Interceptaciones

En todos estos países, son necesarios entre 4 y 6 tratamientos fungicidas al año para obtener un control aceptable de la enfermedad, algo que en el caso de la UE –con las restricciones fitosanitarias actuales más las derivadas de la ‘Estrategia de la Granja a la Mesa’- sería un objetivo casi imposible. 

El estudio tunecino pone el acento, de hecho, en que en las parcelas donde no se ha tratado con fungicidas, los daños se elevan casi al 100% de la cosecha. El récord de interceptaciones en recintos portuarios europeos registrado en los últimos tres años -que la CE ha confirmado que en 2023 se elevaron a 48, a 32 en 2022 y a 43 en 2021- ratificaría, a su vez, que “el problema no es la normativa, es su incumplimiento reiterado, que lo único que pretende Sudáfrica con su acción ante la OMC es evitar que la CE les exija recurrir a los fungicidas eficaces (y más caros) que ya deberían estar usando o que los envíos a la UE se realicen solo desde zonas exentas –como ya les exije EEUU- o incluso retrasar una posible decisión sobre un cierre automático cuando los problemas vuelvan a repetirse esta próxima campaña”, señala a este respecto Sanfeliu.

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