CASTELLÓ (EP). Naciones Unidas ha afirmado que la guerra en la Franja de Gaza, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre contra Israel por parte del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), está afectando ya a Siria y ha alertado de la posibilidad de una expansión del conflicto.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha señalado que "los efectos colaterales sobre Siria no son un riesgo, ya han empezado", antes de citar como ejemplos los bombardeos ejecutados por Israel contra los aeropuertos de la capital, Damasco, y Alepo, que han suspendido temporalmente sus operaciones y han detenido los vuelos humanitarios del organismo internacional en el país.
Así, ha subrayado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los civiles sirios hacen frente al "terrorífico" escenario de un recrudecimiento del conflicto, al tiempo que ha lamentado que Siria se encuentre en "un estancamiento estratégico" desde marzo desde 2020, con líneas de frente fijas y sin avances en el plano diplomático.
Pedersen ha recordado que Siria está experimentando su mayor repunte de los niveles de violencia en los últimos tres años, con un aumento de los ataques contra las zonas controladas por el Gobierno, que ha incrementado sus ataques contra las zonas del noroeste del país controladas por grupos rebeldes, entre los que destaca Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Los bombardeos y ataques con artillería del Ejército sirio han dejado más de 120.000 desplazados en la provincia de Idlib y partes de las de Alepo y Hama en manos rebeldes, causando además daños materiales en infraestructura crítica en la zona.
El norte y el noreste de Siria han presenciado también un aumento significativo de los ataques de las tropas de Turquía contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), encabezadas por la milicia kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG), que mantienen lazos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Por ello, Pedersen ha incidido en que durante el último mes los civiles sirios han sufrido las consecuencias de la crisis económica, la violencia, arrestos y abusos de los Derechos Humanos y un empeoramiento de las condiciones sobre el terreno de cara a la vuelta a sus hogares de refugiados que han huido a otros países de la región.
De esta forma, ha argumentado que la única vía de abordar la situación para evitar una mayor degradación sería la vuelta a un proceso político "creíble" y ha advertido de que "el ya frágil 'statu quo' podría colapsar totalmente". "Debemos reducir las tensiones y hacerlo ahora, por el bien de Siria", ha zanjado.