CASTELLÓ (EP). Parte de la flota artesanal de artes menores de la Comunitat se suma a la parada nacional de este viernes 4 como protesta por el Plan de gestión de demersales de la Unión Europea, al entender que perjudicará seriamente el futuro de la pesca de proximidad y la viabilidad de las 21 cofradías valencianas.
Secundan esta protesta una parte destacada de los 330 marineros y patrones valencianos y sus 175 embarcaciones artesanales. En concreto, toda la flota de las provincias de Alicante y Valencia y una parte "importante" de Castellón, anuncia la Comisión Interfederativa de Cofradías de Pescadores de la Comunitat (Coincopesca).
Esta pesca artesanal está muy representada por el litoral mediterráneo. De hecho, en las 21 cofradías profesionales de pescadores de la Comunitat (13 en Alicante, 5 en Castellón y 4 en Valencia) hay embarcaciones de artes menores que utilizan técnicas como el palangre, la volanta, el trasmallo o el caduf para capturar especies tan preciadas gastronómicamente como la dorada, el sargo, el dentón, el mero, el pulpo, la sepia, el langostino o el salmonete.
A su juicio, aunque el Plan de demersales de la UE no perjudica directamente los intereses de la pesca artesanal de artes menores, sí podría perjudicarla de forma indirecta, puesto que las paradas forzosas que se anuncian para la flota de arrastre dejarán las lonjas "desabastecidas de pescado durante muchos días y, por tanto, de subastas y de compradores".
"La pesca artesanal de la flota de artes menores de la Comunitat es muy importante porque captura pescado de kilómetro cero más que cualquier otra modalidad y de una excelente calidad capaz de alcanzar las mejores cocinas y restaurantes", destacan desde Coincopesca.
En la jornada de paro participan 600 pescadores de arrastre, entre marineros y patrones, de 180 embarcaciones de esta modalidad, la más importante y numerosa de la Comunitat. Las protestas están previstas en los puertos pesqueros de Castelló, Cullera (Valencia) y la Vila Joiosa (Alicante) con varias concentraciones y la lectura de un manifiesto conjunto.
Los pescadores de arrastre reclaman un nuevo plan de gestión viable y aplicable que no ponga en peligro el sector, las cofradías y un sistema de pesca milenario que se ha sabido autorregular a lo largo de los siglos: "El arte del arrastre es sostenible y lo ha sido desde tiempos inmemoriales. Es un motor vital de la economía de la costa mediterránea española".
Según sus cálculos, las embarcaciones de la modalidad de arrastre necesitan un mínimo de 190 días de actividad anual para obtener un mínimo rendimiento. Con la aplicación de este plan "impuesto por la Unión Europea", únicamente se podrá pescar entre 160 y 170 días en el mejor de los casos, pero una parte de la flota no llegará a los 150 días, un cómputo "totalmente inviable" entre 2021 y 2022. Esta reducción irá en aumento progresivamente y de forma "calamitosa" hasta 2025.