VILA-REAL. El Villarreal puede ver en las próximas horas cómo se le escapa uno de sus principales objetivos para apuntalar la defensa. Javi Galán, lateral izquierdo del Atlético de Madrid, podría marcharse a la Real Sociedad tras tener muy avanzada su cesión al Villarreal. El Submarino rastreaba el mercado en busca de un lateral que supliera la baja de Alfonso Pedraza, quien sufrió la pasada semana una lesión en su tobillo izquierdo y estará algunas semanas alejado de los terrenos de juego.
Según la información adelantada por Radio Marca Donosti y El Diario Vasco, el jugador extremeño, que parecía dispuesto a abandonar el Metropolitano para recalar en La Cerámica, parece haber optado finalmente por la opción de la Real Sociedad. El conjunto donostiarra se ha entrometido en la operación tras conocerse este domingo la rotura de ligamento cruzado de Aihen Muñoz, lateral izquierdo txuri urdin.
Galán sería quien habría frenado su cesión al Villarreal tras conocer el interés de la Real Sociedad, todo siempre según el mencionado diario. El jugador, atraído por la posibilidad de jugar la Champions, ha optado finalmente por ponerse a las órdenes de Imanol y disputar así los minutos que no ha tenido con Diego Pablo Simeone, siempre según los medios guipuzcoanos.
No es la primera pugna que el Villarreal y la Real Sociedad protagonizan últimamente por un fichaje. Alexander Sørloth, actual delantero del Submarino, es el caso más sonado. El noruego decidió el pasado verano recalar en el conjunto amarillo tras dos temporadas cedido en el cuadro donostiarra. Desde San Sebastián se daba por hecho que el delantero acabaría en el equipo txuri urdin, sin embargo, el Villarreal anunció su incorporación para sorpresa de todos.
De confirmarse la cesión de Galán, sería el segundo fichaje que la Real arrebata al club de la Plana en este mercado invernal. El primero fue el de Sheraldo Becker, ariete del Unión Berlín, al que el conjunto amarillo quería incorporar a coste cero el próximo 30 de junio. Finalmente, ha sido el cuadro donostiarra el que se ha llevado el gato al agua, previo pago de tres millones de euros al equipo alemán.