CASTELLÓ. La ordenación de accesos en el Parque Natural de Serra d'Irta reduce la presión del tránsito y la presencia de vehículos a motor en el entorno del espacio natural en un 70 por ciento, respecto al mismo periodo de 2021.
La secretaria autonómica de Transición Ecológica, Paula Tuzón, y el director general de Medio Natural, Julio Gómez, han mantenido este jueves una reunión en el Parque Natural con los ayuntamientos de Alcossebre/Alcalà de Xivert, Peñíscola y Santa Magdalena de Pulpis para evaluar los resultados tras el primer verano de regulación temporal de la circulación.
Tuzón ha explicado que los "datos del balance constatan una menor afección a la fauna, la vegetación y la biodiversidad en Serra d'Irta", que este año ha registrado unos 6.000 coches, frente a los hasta 20.000 del año anterior.
Asimismo, ha valorado la colaboración de los municipios y la respuesta positiva de las personas visitantes. Una encuesta de satisfacción realizada sobre el territorio refleja que más del 95% de las personas a quienes se les ha preguntado aplaude la regulación del acceso a motor.
Por su parte, el director general de Medio Natural, Julio Gómez, ha puesto el acento en los datos de acceso en bici -una media de 161 visitantes al día-, que demuestra la "creciente responsabilidad y toma de conciencia de la ciudadanía en materia de movilidad".
La medida implantada hasta el pasado 31 de agosto ha consistido en habilitar un centenar de zonas de aparcamiento sometidas a la reserva previa, a través de un número de teléfono. Las cifras arrojan una ocupación media del 95%, alcanzando el 100% los fines de semana y la mayor parte del mes de agosto. En lo que respecta a los accesos, un tercio corresponde a Alcossebre y el resto a la entrada por Peñíscola.
Este ha sido el primer verano en el que se ha limitado de forma temporal la circulación, la permanencia y el tránsito de vehículos en el ámbito del parque natural por razones ecológicas, paisajísticas y de uso público. El elevado tránsito de vehículos por la pista de la costa generaba un deterioro progresivo del ecosistema y un riesgo en caso de emergencia y necesidad de evacuación de la zona.
A su vez, esta medida ha permitido la contratación de personal para información y control de estas vallas, y la coordinación con los agentes medioambientales de la zona para facilitar las tareas de control y seguimiento del cumplimiento de esta regulación.
La experiencia servirá para mejorar el proyecto en los próximos años, como por ejemplo, la mejora del firme de la pista, la adecuación de la ruta Eurovelo 8, o la ampliación del acceso de las personas visitantes mediante transporte público o alquiler de bicis, entre otras propuestas.