La renovada Unió de Llauradors ve futuro en el cultivo alternativo y prémium

17/11/2018 - 

VALÈNCIA (EFE). El nuevo secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders, el castellonense Carles Peris, ha abierto una etapa de renovación en la organización agraria en la que la incorporación de jóvenes y de la mujer y los cultivos alternativos y de gama alta son las apuestas de futuro.

La reciente elección de la comisión ejecutiva con una media de edad de sus miembros de 47 años y la llegada de una mujer, Isabel Navarro (productora de uva de vinificación, frutos secos y olivar de Utiel-Requena), marcan el camino de modernización que ha emprendido con las miras puestas en garantizar el futuro de la organización.

En una entrevista con la Agencia Efe, Peris asegura que el resultado final del proceso de elección de la comisión ejecutiva, con él como máximo representante en sustitución de Ramón Mampel, "ya demuestra" esa idea de "renovación, modernización y revitalización".

Con tres mujeres secretarias comarcales y con menores de 40 años al frente de estos órganos se escenifica el mensaje de que "en la agricultura y la ganadería hay futuro", señala Peris, de 41 años y anterior responsable de Cítricos de La Unió.

La investigación y las novedades en cultivos son otras de las vías de renovación que se van a impulsar, y que pasan por seguir fomentando la producción ecológica y la introducción de cultivos alternativos, como el aguacate y el pistacho, y las líneas de gama alta de cítricos.

Aquí se enmarcan variedades tardías de mandarina como la Tango, Orri y Sando, que presentan buenos precios al estar limitada su producción y que, acompañadas de marca, hacen más atractivos estos cítricos de cara al mercado.

El problema generacional

Solo el 4% de los agricultores tiene menos de 40 años, un inconveniente para el futuro del sector, en el que el 70% de los titulares de explotaciones agrarias de la Comunitat Valenciana es mayor de 55 y el 43% tiene más de 65.

Además, a modo de ejemplo, en Castellón en una década (de 1999 a 2009) el número de explotaciones y la superficie total se redujo a la mitad (de 46.643 a 25.988 en el caso de las explotaciones, y de 520.807 hectáreas a 252.083, en cuanto a superficie).

A finales de 2016 el número de explotaciones en la Comunitat era de 111.425, frente a las 117.480 de tres años antes, el 5 % menos, y en superficie la disminución fue del 1,3 %, de 870.440 hectáreas en 2013 a 859.078 en 2016.

Estos datos muestran la urgencia de que los jóvenes se incorporen al campo y de que las ayudas públicas para su acceso amplíen su presupuesto para que nadie quede fuera y alarguen el plazo de viabilidad de cinco a diez años, según reclama La Unió.

En cuanto a la incorporación de la mujer, solo once explotaciones de la Comunitat tienen titularidad compartida, un dato "demoledor" en unos momentos de inflexión del movimiento feminista, comenta Peris.

Sobre la producción ecológica, confirma que aún tiene recorrido y hay que seguir apostando por ella, y destaca que se está centrando en la proximidad, una característica valorada hoy en día y que contribuye a la conservación del medio ambiente.

Peris insta a mejorar tanto la Ley de la Cadena Agroalimentaria en transparencia publicando los precios de origen y destino que marcan "quién se lleva los beneficios" en la cadena de valor (los productores solo obtienen el 19 % del valor), como en sanciones.

Respecto a la Ley de Estructuras Agrarias, La Unió cuenta con propuestas concretas "buenas para el sector y para facilitar el trabajo de la Administración", ya que si no tiene un presupuesto suficiente o las normativas no se pueden aplicar, "no sirve para nada".

La organización considera necesario iniciar un proceso de elecciones en el sector para determinar la representatividad de cada entidad (actualmente son seis) en las relaciones con la Administración, como se ha hecho en Cataluña, Madrid, Extremadura y Castilla y León, dado que las últimas datan de finales de la década de los 70.

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