CASTELLÓN. La Ronda Suroeste de Vila-real estará acabada en el 2020 y será ese año cuando la Conselleria de Obras Públicas pague casi el 90% de su coste. Así lo recoge el pliego de prescripciones técnicas bajo el cual la carretera ya ha salido a licitación. Y es que el Diario Oficial de la Unión Europea ya recoge, esta misma semana, el concurso para construir el nuevo vial que evitará el paso de vehículos pesados por el casco urbano de la localidad de la Plana Baixa.
El pliego recoge textualmente el 2020 como el año previsto para la puesta en servicio de la infraestructura. En ese momento, el de la apertura al tráfico, se prevé la circulación de entre 4.044 y 4.724 vehículos diarios por cada uno de los dos carriles. De ellos, entre 1.066 y 1.132 serán camiones, estiman los técnicos.
Para cumplir la apertura de la carretera en el 2020, los autores del proyecto han previsto 18 meses para la ejecución de la obra. Como es lógico, aún no hay fecha para el comienzo de los trabajos, pero es complicado que estos empiecen antes de abril o mayo. Y es que el plazo para la presentación de ofertas acaba el 15 de enero del 2019. Dos días después abrirán el primer sobre de las ofertas, mientras el contenido del tercero y último, con los criterios económicos, se conocerá el 28 de febrero. A partir de ahí se deberá elaborar el informe de evaluación para proceder posteriormente a la adjudicación y formalización del contrato.
Como anunció la semana pasada la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, en compañía del alcalde de Vila-real, José Benlloch, la actuación ha salido a concurso por un coste de 9,5 millones de euros. Para proceder a la materialización, la Conselleria no ha recurrido a ningún método de pago aplazado, sino que, como consta en una resolución firmada por la propia consellera el pasado 19 de noviembre, para el próximo año se ha previsto, en base a los presupuestos de la Generalitat, el pago de un millón de euros, mientras para el 2020 queda más del 88% del total, 8,5 millones.
La nueva carretera tendrá una velocidad de circulación de 60 kilómetros por hora y conllevará la construcción de cinco nuevos enlaces mediante rotonda para acceder a las diferentes calles y caminos que atraviesa desde la carretera CV-20 de Onda a Vila-real y la antigua N-340, donde estará ubicada una de las rotondas mencionadas.
El proyecto se ha planteado además con criterios que prevén la duplicación futura de la carretera para pasar a contar con dos carriles por sentido. Asimismo, se ha previsto reservar entre 4 y 5 metros para el paso de peatones y ciclistas.