Aunque pueda resultar insólito, todavía hay directivos que consideran que la sostenibilidad es tan solo una cuestión relacionada con disquisiciones científicas asociadas al medio ambiente. Sin embargo, hay algunos otros, que si bien reconocen el valor holístico que puede aportar la sostenibilidad a su organización, desconocen cómo aplicarla desde una perspectiva de oportunidad de negocio.
Afortunadamente muchas empresas ya se han dado cuenta de que la sostenibilidad consiste en una apuesta responsable por defender los derechos humanos y proteger a la naturaleza. Y que para alcanzar ese compromiso global es imprescindible armarse de una estrategia empresarial plena de ideas disruptivas y un nuevo liderazgo exponencial que potencie una visión humanista. A partir de ahí, las ventajas competitivas, el crecimiento económico y la armonía social y climática estarán garantizadas.
De lo que se trata, pues, es de que en este cruce de caminos “las empresas puedan generar beneficios al mismo tiempo que ayudan a resolver los grandes retos de la humanidad”, tal como asegura Soren Schou, director del Hub de Innovación de Deloitte en Copenhague que participa en la iniciativa Smart Business: Innovación&Valores promovida por la Cámara de Comercio de Castellón y Caixabank.
Las organizaciones que no propongan estilos de liderazgo presididos por el bien común y mantengan un modelo de negocio tradicional, verán caer su influencia en los próximos años. Esta nueva cultura corporativa supone un avance importante en las organizaciones ya que contribuye a la construcción de un futuro más inclusivo, equitativo, emocional, positivo y próspero para todos. En los últimos cinco años, las empresas que han asumido un fuerte compromiso con la sostenibilidad (salarios emocionales, equiparación de género, economía circular, reducción energética, entornos saludables, programas sociales…) han logrado unos resultados superiores en un 11% a los de su competencia. Asimismo, un informe de la consultora Mckinsey revela que el 20% del valor de una marca reside en el producto o servicio que vende, mientras que un 80% reside en todo lo que gira alrededor y está relacionado con su compromiso con la sociedad.
"la innovación y los valores son el epicentro de la sostenibilidad y, a partir de estos dos conceptos, se puede generar un negocio inteligente que ayudará al planeta y a la sociedad de manera unísona".
Actualmente seis de cada diez miembros de la generación centennials, ese nuevo segmento de mercado que pronto será consumidor potencial de todo tipo de productos y servicios, está decidido a cambiar el mundo con sus acciones. Por eso, las empresas y marcas sensibilizadas con el desarrollo sostenible son las favoritas de este grupo de jóvenes, muy por encima de las que todavía no han sentado sus bases en esa línea estratégica. Evidentemente, las compañías que antes avancen en estas cuestiones tendrán mayores ventajas respecto a su competencia, ya que hay una horda de clientes futuros que va a consumir preferentemente productos certificados por sellos de calidad sostenible.
Parece claro que la innovación y los valores son el epicentro de la sostenibilidad y, a partir de estos dos conceptos, se puede generar un negocio inteligente que ayudará al planeta y a la sociedad de manera unísona. Teniendo en cuenta estos indicadores, es preciso seguir divulgando conocimiento al tejido empresarial y a las instituciones públicas sobre un asunto que va a marcar la agenda política y social en esta nueva década, y que va a ser una cuestión de obligado cumplimiento más allá de la responsabilidad individual de cada ciudadano.
El autor es el responsable internacionalización de la Cámara de Comercio de Castellón y coordinador de Smart Business: Innovación&Valores