CASTELLÓ. (EP). Las medidas extraordinarias para contener el gasto energético que la Universitat Jaume I aplica desde que empezó el curso se han traducido en un importante ahorro económico y en la reducción del consumo eléctrico y de gas en el campus. Así, el Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad ha informado de que, gracias al esfuerzo de la comunidad universitaria, el ahorro en la factura energética de los meses de octubre y noviembre ha superado los 330.000 euros. Este ahorro responde a la reducción de un 15 por ciento en el consumo eléctrico, con 381.284 kwh de ahorro respecto al mismo periodo de 2021, y de un 74,5% en el consumo de gas,con 65.311 metros cúbicos menos de demanda que en 2021.
Las medidas que ha aplicado la Universidad son, por un lado, la limitación de temperaturas de acuerdo con la aplicación del Real decreto ley 14/2022, y por otro, otras de carácter extraordinario como apagar las instalaciones de climatización en edificios departamentales, Rectorado y Edificio de Deportes y Servicios Centrales; apagar las instalaciones de climatización, pero manteniendo la ventilación para renovación del aire, en aularios, cafeterías, laboratorios docentes, salas de estudio y Biblioteca y también en aquellos espacios donde no se pueden abrir ventanas y, por último, se ha retrasado al máximo el encendido de la calefacción.
En este sentido, coincidiendo con la bajada de temperaturas de esta última semana de noviembre, la UJI ya ha conectado la calefacción con un horario reducido y se irá aumentando progresivamente el número de horas diarias de funcionamiento atendiendo a las condiciones meteorológicas.
La Universitat Jaume I aplica desde 2010 una política de eficiencia energética en su campus con el objetivo de racionalizar el consumo en sus edificios. Además, desde 2020, ha intensificado el plan de actuaciones para mejorar la eficiencia energética y el ahorro, especialmente en los edificios más antiguos del campus, así como de instalación de parques solares fotovoltaicos destinados al autoconsumo con el fin de mejorar la eficiencia energética del edificio y reducir el consumo de la red.
Se trata, por ejemplo, de medidas como la mejora del aislamiento térmico de cubiertas, la instalación de maquinaria de climatización más eficiente y con control centralizado -permite apagar o encender los sistemas de climatización e iluminación de manera centralizada-, y la sustitución de la iluminación por luces con tecnología LED de bajo consumo.
Otra acción prioritaria ha sido la instalación de paneles solares y, de hecho, en estos dos últimos años la UJI ha ampliado la red de parques solares con los que cuenta el campus, lo que ha permitido quintuplicar la producción de energía solar fotovoltaica para el autoconsumo de los edificios.
Este aumento se enmarca en la estrategia institucional que integra las actuaciones para avanzar en la sostenibilidad del campus y hacer frente a la emergencia climática y que se diseñó de manera colaborativa a través del Grupo de Trabajo por la Sostenibilidad y contra el Cambio Climático bajo la dirección del entonces Vicerrectorado de Campus y Vida Saludable.
