La UJI como motor de progreso

CASTELLÓ. La creación de la Universitat Jaume I, en 1991, respondió a la descentralización de la oferta de estudios universitarios, su diversificación y complementariedad, y se justificó como instrumento de transformación social. Recientemente, al hilo de las dificultades financieras de la Universitat, el conseller Arcadi España hizo referencia a que la UJI es uno de los motores públicos fundamentales de la provincia de Castellón. Permítanme ofrecer algunas cifras que ayudarán a valorar el alcance de esta contribución.

En la UJI estudia el 11,03% del alumnado de grado y máster del sistema universitario valenciano (SUV), con un 35% de fuera de la provincia, el porcentaje más alto entre las universidades valencianas. Se imparten, en la actualidad, 34 grados (el 16,7% del total de los impartidos en la Comunitat Valenciana), 44 másteres (12,6%) y 23 programas de doctorado (14,5%). Se podría pensar que se trata de un porcentaje elevado de estudios, pero está plenamente justificado por la vocación de la Universitat Jaume I de atención global a las necesidades formativas de su ámbito de influencia y al desarrollo del territorio.

Desde su creación, la UJI ha expedido 56.800 títulos, que han aportado capital humano a múltiples sectores sociales y económicos. Destacan, en particular, los más de 2.200 graduados en Química o Ingeniería Química con intensificaciones formativas adaptadas al sector cerámico. La tasa de afiliación a la seguridad social de los egresados de la UJI a los 4 años de graduarse es el 78,99%, la más alta de todo el sistema universitario valenciano.

"La UJI ha expedido 56.800 títulos, que han aportado capital humano a múltiples sectores sociales y económicos"

La aportación a la generación de conocimiento no es menos destacable. La UJI, que supone aproximadamente el 10,2% del personal docente e investigador a tiempo completo del SUV, aporta el 11,07% de las publicaciones y una cifra similar de resoluciones favorables en las convocatorias del plan nacional de I+D. Además, los grupos de investigación ofrecen una amplia cartera de servicios tecnológicos a empresas del entorno, destacando en particular la transferencia de conocimiento efectuado hacia el sector cerámico a través del Instituto de Tecnología Cerámica.

Aunque tiene un campus único en Castelló, la UJI mantiene diez sedes en distintas comarcas, gestiona actividades culturales con el apoyo de entidades como el Ayuntamiento y la Diputación de Castellón o la GVA y, desde hace más de 25 años desarrolla el Proyecto de Extensión Universitaria (PEU-UJI) y el programa Enclau-UJI en más de 40 municipios del interior de la provincia. 

Estos resultados no serían posibles sin el dinamismo y sin la implicación de instituciones y empresas de nuestro entorno con la actividad de la Universitat. La apuesta por las prácticas curriculares obligatorias en todas las titulaciones ha facilitado la formación y la inserción profesional. Las instituciones y empresas se vuelcan también a través de la financiación de proyectos y becas mediante una red de patrocinadores que alcanza 194 instituciones y empresas, que aportan un volumen de recursos superior a los 3 millones de euros.

Las entidades dependientes de la universidad contribuyen decididamente a esta implicación con la sociedad. A través de la Fundación Universidad Empresa, 35 patronos -cifra inusualmente elevada en términos comparativos con el resto de fundaciones similares-  contribuyen económicamente para que la Fundación pueda cumplir con su función de medio propio en la organización de la formación permanente, de las prácticas curriculares o de acciones de internacionalización, entre otras.

La Fundación Isonomía gestiona una red de más de 90 municipios para el desarrollo de proyectos y la implantación de políticas en materia de igualdad.

Espaitec, el parque científico y tecnológico de la UJI, está contribuyendo a la transformación empresarial de la provincia hacia sectores intensivos en innovación. Al cierre de 2021, las empresas alojadas en el parque tenían una facturación conjunta superior a 82 millones de euros, ocupaban a 353 trabajadores e invertían más del 30% de su facturación en actividades de I+D+i.

"Nadie puede dudar de que la ciudad y la provincia serían muy distintas hoy si la UJI no hubiera sido creada hace algo más de 30 años"

Y un último apunte. El PIB de la província de Castellón en 1990 era el 12,5% del total de la Comunitat Valenciana, una cifra que ascendió al 14,05% en 2019, última fecha con datos disponibles. Ese crecimiento no se debe en exclusiva a la actividad de la UJI, pero su contribución es indudable. Nadie puede dudar de que la ciudad y la provincia de Castellón serían muy distintas hoy si la UJI no hubiera sido creada hace algo más de 30 años.

Esta contribución de la UJI ha sido posible hasta la fecha gracias a la aportación por parte de la Generalitat Valenciana de los recursos que han permitido su funcionamiento. Por lo tanto, cuando reivindicamos una financiación adecuada, que permita mantener el nivel de servicio público en educación superior y en generación de conocimiento que la UJI presta a la sociedad, solo estamos defendiendo poder seguir contribuyendo al desarrollo de la provincia de Castellón y al de la Comunidad Valenciana, como lo hemos hecho hasta ahora.