La Unió alerta de la pérdida de naranja en varias zonas de Valencia

CASTELLÓN. La Unió de Llauradors i Ramaders estima que hay alrededor de 4.500 hectáreas de campos embalsadas en la Comunitat Valenciana por el temporal, la mayoría de cítricos y con posibilidad de problemas de asfixia radicular, principalmente en la provincia de Valencia. La organización agraria advierte que las fuertes precipitaciones de los últimos días pueden ocasionar daños importantes en este cultivo en función de la evolución de la climatología en los próximos días, con la aparición del temido pixat si se dan altas temperaturas y la persistencia de la humedad en los campos. 

Las zonas donde se han concentrado las lluvias son las comarcas valencianas de la Safor, la Ribera Alta y la Baixa, l'Horta y el norte de la alicantina de La Marina Alta. A su juicio, una estimación de daños resulta "totalmente aventurada e imposible de realizar porque no hay datos objetivos", con lo que ahora "sería una mera suposición". "Es un auténtico atrevimiento dar cifras con muchos campos todavía inundados y sin poder acceder a los mismos", subrayan desde la Unió.

En concreto, las primeras estimaciones de la Unió se concretan en 4.500 hectáreas con agua embalsada -casi 3.000 en la Safor y el resto en las riberas Alta y Baixa y la Marina Alta-, la mayoría con cultivos de cítricos y una pequeña proporción de hortalizas, que si permanecen más días con el nivel de agua acgtual "podrían originar problemas de muerte del arbolado por asfixia radicular". En algunos campos, sobre todo los situados en los marjales de Tavernes de la Valldigna y Gandia (Valencia), la organización agraria lamenta que "se puede dar por pérdida la cosecha de este año". El cultivo más afectado por extensión y con mayor riesgo es el de los cítricos.

Menor oferta

Con la pérdida de este tonelaje y debido a que, tras varios días sin poder recolectar los almacenes de los comercios y cooperativas están prácticamente vacíos, desde la Unió esperan que a partir de ahora se agilice la recolección y suban los precios ante la mayor demanda. Ante esta situación, la organización agraria advierte de que vigilará para que no se produzcan prácticas abusivas por parte de los empresarios y bajen los precios. Y es que, según señalan, a excepción de las zonas más afectadas, las mandarinas y naranjas de esta segunda parte de campaña "todavía están bastante bien de piel y no van a tener ningún tipo de problema".

A excepción de los campos más dañados, desde la Unió valoran positivamente las lluvias, que servirán para "ahorrar riegos, recargar los acuíferos, llenar las cabeceras de los ríos, limpiar los árboles para evitar posibles plagas, aumentar el calibre de la fruta y regenerar los pastos". Para los cultivos de interior, "las lluvias son muy beneficiosas y compensarán en parte los efectos negativos de la sequía que se arrastra desde hace varias campañas". Según la Unió, la viña y el almendro acumulan reservas de agua; también el olivar, aunque las precipitaciones comportarán un ligero retraso en la campaña de recolección, sobre todo en zonas más tempranas. "El único problema puede originarse por el arrastre de aquellas aceitunas que cayeron a tierra la semana pasada y no se han podido recoger", detallan desde la asociación agraria, para añadir que para los cereales son también "muy bienvenidas" estas lluvias y solo retrasará la siembra que empezaba estos días hasta que la maquinaria pueda entrar a los campos.

Ayudas fiscales

La Unió también ve "daños importantes" en las infraestructuras agrícolas de las zonas con mayores precipitaciones, sobre todo de caminos rurales, que lamenta que "siempre suelen ser los grandes olvidados a la hora de ser arreglados, y si se mantienen sin poder ser transitados en las próximas semanas tendrán una influencia muy negativa en la normalización de la recolección". Por todo ello, la organización solicitará una serie de medidas para las personas afectadas, como exenciones fiscales y de Seguridad Social, así como que se financien los tratamientos fungicidas de las parcelas donde haya o pueda haber problemas como consecuencia del aumento de costes o incluso financiar el arranque de árboles en el caso de asfixia radicular. También reclamará el arreglo urgente de caminos.