CASTELLÓ. La Unió de Llauradors, ahora que el alumnado de la Comunitat Valenciana ya ha retomado las clases, demanda la necesidad de un plan más personalizado y pide una vuelta segura a las aulas de los colegios e institutos del medio rural de nuestro territorio. La organización pone de manifiesto que la inmensa mayoría de la Comunitat es medio rural y, sin embargo, imperan las prácticas e instrucciones puestas en marcha en las grandes urbes o capitales de provincia cuando la problemática en el medio rural es distinta, por lo que se debería tener más en cuenta sus condicionantes.
La Unió destaca que en algunos pueblos el número de alumnos ha crecido, ya que muchas familias que vivían en las grandes ciudades, han vuelto, huyendo de la densidad poblacional que impera en las zonas urbanas. A pesar de esto, conseguir los ratios establecidos es una tarea relativamente sencilla, mantener los grupos burbuja resulta imposible, dado que muchos alumnos y alumnas acuden a sus centros de enseñanza desde otras poblaciones cada día.
"No nos engañemos. Los grupos burbuja no existen en la medida en la que sus integrantes se relacionan con más personas fuera del horario escolar, y si no lo hacen ellos directamente, lo hacen indirectamente a través de sus padres, comentan desde la organización. "Lo que pasa es que en el medio rural la situación es aún más complicada al proceder de distintas poblaciones por lo que la burbuja nunca puede llegar a formarse", añaden las fuentes.
Además, la mayor parte de los desplazamientos se realizan en autobús, en rutas que pasan por distintos pueblos, y que se toman dos veces al día. Por ello, La Unió pide que se extremen las precauciones de seguridad, cuenten con los monitores necesarios y se respeten los horarios fijados. En este sentido, la entidad pide que se busquen las fórmulas necesarias para que enseñantes, alumnado y familias estén expuestas lo menos posible a cualquier posibilidad de contraer coronavirus. Igualmente, pide que se agilicen los trámites y la coordinación entre los distintos niveles de la administración para que las sustituciones del profesorado, en el caso de que se produzcan bajas, no se vayan a los 15 días.
Por otra parte, la organización critica que el modelo híbrido de enseñanza es bastante más difícil llevarlo a cabo en el medio rural donde aún impera una gran brecha digital en muchas zonas y la señal de internet llega de manera deficiente a los hogares. Además, recuerda que la renta disponible para las familias, según datos de Hacienda, disminuye cuanto menor es el tamaño de la población, lo que hace que en los pequeños municipios, con muchas familias en situación precaria, tampoco puedan permitirse contar con un equipo por cada miembro de la familia, y ni siquiera con el espacio de estudio y trabajo.
"Han tenido seis meses para organizarlo, cada ayuntamiento con las conselleries y a nivel estatal. No podemos estar esperando que pase la pandemia", lamentan desde La Unió, que propone que se haga más uso de instalaciones municipales y se ponga a disposición todo el material que sea necesario para poder seguir las clases con cierta normalidad.