CASTELLÓ. La Unió de Llauradors i Ramaders ha realizado ya un primer cálculo de las pérdidas directas que la crisis sanitaria del Covid-19 deja por el momento en el sector agropecuario de la provincia de Castellón y la cifra supera los 22 millones de euros (casi 65 millones en el conjunto de la Comunitat Valenciana). Los sectores más perjudicados son aquellos cuyos principales clientes están en actividades declaradas como no esenciales.
Es el caso de algunas especies ganaderas rumiantes como el ovino-caprino tanto de carne como de leche y el sector vacuno (vacas nodrizas, vacas de engorde o vacuno de lidia) que suman entre todas 11,4 millones de euros en pérdidas para la ganadería. Le sigue el sector de la flor, planta ornamental y viveros con cerca de 9 millones de euros (el 88% en viveros) y también el de las hortalizas con cerca de 2 millones de euros.
Además, los efectos por el coronavirus y esta incertidumbre global de los mercados se dejarán notar también en otros productos como el aceite o el vino, entre otros, ante el cierre del canal Horeca, de los eventos y el retraimiento en el consumo internacional, aunque se puede compensar en parte con un previsible aumento de la demanda de consumo en hogares, sobre todo a través de supermercados o de la compra on line.
Subsectores ganaderos como el ovino-caprino o el vacuno son los principales damnificados por el Covid-19 en las comarcas castellonenses, con pérdidas estimadas en función de los dos meses de confinamiento (marzo y abril) y también de su repercusión a lo largo de todo el año. De momento, la venta de corderos, cabritos y carne de vacuno ha descendido de una forma alarmante. Fuera del consumo de la restauración, el de los hogares se decanta por otro tipo de carnes más baratas como el pollo o el cerdo. También les afecta de forma considerable a los productores de ovino y caprino de leche, cuya producción iba destinada a la elaboración de quesos o yogures y que se han quedado sin salida comercial ante el cierre de restaurantes y mercados ambulantes. Al suspenderse todos los festejos taurinos, los ganaderos de vacuno de lidia se han quedado sin ingresos y con la incertidumbre de cuándo volverá la normalidad.
El Gobierno anunció el viernes ayudas para el ovino-caprino, pero a juicio de La Unió, estas deberían destinarse a todos los profesionales, así como simplificar y facilitar su solicitud. La organización agraria califica la actual propuesta del Ministerio de Agricultura de "totalmente insuficiente".
En cuanto al sector de la flor, planta ornamental y viveros, resulta también muy perjudicado con cerca de 9 millones de euros. Y es que de marzo a mayo se concentra prácticamente el 75% de las ventas anuales, junto a la festividad de Todos los Santos. Así, la suspensión de todas las fiestas en nuestro territorio como las Fallas, la Magdalena, procesiones de Semana Santa o la llegada de la primavera; el hecho de que los establecimientos de este tipo se encuentren cerrados en toda España y la cancelación de pedidos internacionales dejan en una situación alarmante a los productores, con unos viveros repletos que deberán destruir. En países como Holanda o Alemania se ha considerado como un bien de primera necesidad, pero aquí no.
Asimismo, los productores de hortalizas de invierno (fundamentalmente alcachofa, coliflor y brócoli, aunque también otras) tendrán unas pérdidas estimadas por la crisis del Covid-19 de unos 1,8 millones de euros en la provincia. Los daños se refieren a la producción perdida por no poder venderse, pero también a la industria, que funciona a medio gas, era una válvula de escape en algunos cultivos como la alcachofa.
Todas aquellas personas que producían para el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), así como comedores o para los mercados no sedentarios, no tienen en estos momentos salida para sus producciones ante el cierre de los mismos y la cancelación de actos. Así, la gran mayoría está optando por destruir sus producciones en los campos.
Además, desde la Unió señalan que el problema ya no se da solo con la producción actual y los ingresos que pueden perder, "sino en lo que tienen que plantar para el futuro con la incógnita de desconocer cuándo volverá todo a la normalidad". Por ello la organización solicita a las diferentes administraciones una línea de ayudas directas para las personas productoras que se dedican de forma profesional en todos los sectores afectados con el objetivo de que no abandonen sus explotaciones y puedan seguir manteniendo sus explotaciones. Asimismo, considera que hay que agilizar la gestión y los trámites para que lleguen lo más pronto posible.