CASTELLÓ. La Unió de Llauradors i Ramaders, ante la votación por parte del Parlamento Europeo de su posición sobre la estrategia De la granja a la mesa, que se lleva a cabo entre este jueves y viernes, considera insensato que se avance por parte de las instituciones esta votación sin que existan estudios que aborden de forma integral los efectos de la misma y cuando además los pocos que hay indican que afectará de forma negativa al sector agrario europeo.
La organización critica que los objetivos marcados por la estrategia, que supone la visión de la Comisión Europea sobre hacia dónde debe evolucionar el sector agrario europeo, son del todo arbitrarios y no disponen de base científica o técnica que diga, ni siquiera, que son alcanzables sin mermar la capacidad productiva de los agricultores y ganaderos y su competitividad frente a países terceros con los que se comercializa.
La Unió recuerda que algunos de estos objetivos son lograr que el 25% de la superficie agraria sea ecológica en 2030 (8,5% en 2019 según Eurostat), reducir en un 50% el uso de plaguicidas o reducir en un 50% el uso de antibióticos.
La mayor parte de las evaluaciones de impacto realizadas hasta la fecha, si bien ninguna realiza un análisis integral de los objetivos y políticas planteadas, indican que el sector agrario europeo saldrá perjudicado con esta estrategia.
El Departamento de Agricultura de EEUU, que fue el primero en dar a conocer una estimación del impacto de la estrategia europea, consideraba que la misma podría acarrear una disminución de la producción agrícola en la UE de entre el 7% y el 12%, aumentos de precios al consumidor, una caída de hasta el 16% en los ingresos agrícolas brutos, una peor en la UE (primer escenario) sería del 16%, balanza comercial agraria…
El último informe conocido, del Centro Común de Investigación, dependiente de la Comisión Europea, recoge unos resultados similares, caídas en la producción de cereales (15%) y otros herbáceos, así como de carne (14%) y lácteos (10%) por lo que las importaciones aumentarían en consecuencia.
“Ante estos resultados, no entendemos cómo se pretende seguir adelante con la estrategia e instamos a los eurodiputados a que no se dejen llevar por el activismo desinformado y atiendan a los informes que alertan del peligro para la soberanía alimentaria europea”, reclaman desde La Unió.
Además, la organización recuerda que, mientras se plantean estas grandes exigencias a la agricultura europea, por el otro lado se negocian acuerdos comerciales como el de Mercosur, que permitirían el incremento de importaciones agrarias de terceros países que ni de lejos alcanzan las exigencias actuales que sí se requiere a la agricultura europea, ni en el plano medioambiental, de bienestar animal, ni siquiera de derechos humanos muy frecuentemente.
Igualmente, los eurodiputados deben exigir que cualquier avance que se imponga a los agricultores europeos deba ir acompañado de medidas que impidan una competencia desleal de países terceros que no cumplen con las mismas exigencias.
Así, la organización, que ya se dirigió a los eurodiputados españoles en la Comisión de Agricultura en el inicio de los debates para ponerles de manifiesto estas advertencias, considera que el Parlamento Europeo, debe mandar un mensaje contundente pidiendo una revisión integral de la estrategia y un estudio de impacto exhaustivo y total de la misma, como ya hizo el Consejo de ministros de Agricultura de la UE.