CASTELLÓN. El próximo 12 de diciembre expirarán las medidas antidumping sobre los cítricos chinos en conserva que la Unión Europea viene aplicando desde hace décadas y que se prorrogaron por última vez en noviembre de 2017. Según ha recogido el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) esta misma semana, a final de año los envíos del gigante asiático no tendrán que pagar el derecho arancelario de entre 361 y 531 euros por tonelada con el que se equilibran los costes de producción chinos respecto a la fruta producida en Europa.
Esto es especialmente importante para los cítricos españoles, ya que España (fundamentalmente Murcia y la Comunitat Valenciana) es, junto con China, el principal productor mundial de cítricos en conserva. Así, aunque este nicho de mercado ha ido claramente a la baja en los últimos años, dos compañías siguen realizando esta labor en el territorio autonómico: Videca y Agriconsa.
Más allá de la afección a estas dos compañías, que han diversificado su actividad pero que siguen trabajando con estas satsumas enlatadas en gajos, la reapertura de la importación de cítricos chinos en conserva supondrá, de confirmarse, un golpe añadido a un sector que atraviesa por un momento muy complicado. Lo confirma Enrique Bellés, técnico de la sectorial de frutas y hortalizas de la Federació de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana, la entidad que promovió en su día la aplicación de la cláusula antidumping.
Bellés señala que, sin la compensación que dejará de aplicarse en diciembre, "las industrias tendrían muy complicado competir" en este segmento de las conservas con la fruta que llega de China. Y el hecho de no trabajar con satsumas, que en la Comunitat están eminentemente focalizadas en la provincia de Valencia, provocará "una sobreoferta" de estas variedades de mandarinas, que se recolectan justo antes del inicio de la campaña de las clementinas por excelencia, marcada por la clemenules.
Con ello, el inicio de la recolección de la variedad estrella de la citricultura castellonense, la nulera, se verá perjudicado porque "no se habrá acabado con la oferta de variedades anteriores", apunta Bellés. Y es que en la Comunitat, para esta campaña se esperaba recolectar 174.500 toneladas de satsumas, según el aforo citrícola elaborado por la Conselleria de Agricultura.
Esto es algo similar a lo que se viene produciendo con la fruta llegada de Sudáfrica, que, a pesar de ser mayoritariamente naranjas, ha producido un colapso en los mercados europeos que este año ha dificultado la llegada a los lineales de las clementinas autóctonas. Además, las satsumas en conserva chinas, fundamentalmente destinadas al consumo de reposteria, pero que también tienen salida en países de Europa central, como Alemania, pueden suponer una competencia añadida para los cítricos de la Comunitat en los países consumidores y no productores.
Como ya sucedió en 2017, cuando se volvió a aplicar la medida para evitar que la industria conservera china vendiera en Europa por debajo de los precios a los que lo hacía en su propio país después de varios años sin que la cláusula estuviera vigente, los productores españoles pueden presentar una solicitud de reconsideración, según recoge el DOUE. Pero esto supone una labor ardua y que exige varios meses de investigación, por lo que habrá que ver si finalmente se presentan estas alegaciones.