CASTELLÓ. El viejo anhelo del Plan de Movilidad de la Vall d’Uixó de 2008 de que fuera posible cruzar el casco urbano de este a oeste en un recorrido íntegramente peatonal será realidad a finales de año. Lo hará cuando aquel Plan de Movilidad ha quedado obsoleto y el nuevo está ya en una fase avanzada de tramitación.
El Ayuntamiento ha licitado por 806.711 euros las obras del último tramo de ese futuro recorrido a pie por el antiguo Camí de l’Aigua, que dará continuidad en el Roser al ya operativo desde finales del año pasado en algunas calles del barrio de San Vicente.
Estos nuevos trabajos volverán a ser cofinanciados en un 50% por la Unión Europea y se desarrollarán en los viales del casco histórico del Roser que no fueron remodelados en la segunda fase del proyecto. En concreto, se actuará en los 215 metros de vial en la calle Asunción hasta la plaza Santiago Obón y en las calles Pelayo, Paraíso y Vicente Fas el Dolçainer. Con ese tramo y con los 300 metros de vial que ya fueron renovados a finales del año pasado en el barrio de San Vicente, repartidos en la plaza Centro y en la calle Regimiento Tetuán hasta la plaza Asunción, quedará completado todo el nuevo eje peatonal este-oeste.
La empresa adjudicataria colocará mobiliario urbano y alcorques en puntos clave del Roser para impedir el paso de vehículos. También sustituirá las redes de agua potable y residual para no volver a levantar los adoquines en un futuro y enterrará el cableado eléctrico y de telefonía.
Todas esas calles del Poble de Dalt que van a ser peatonalizadas ahora tienen apenas siete metros de anchura, con pendientes del 15% y con aceras minúsculas. Por eso también se colocarán pasamanos, algunas escaleras y muretes de hormigón en la calle Pelayo y en las plazas Francisco Peñarroja y La Salud, donde el desnivel es más pronunciado.
Los trabajos también incluirán la nueva canalización para el tendido de fibra óptica con la idea de instalar en un futuro una cámara fija de control de vehículos en la plaza Desamparados y otra en la plaza Asunción. Esas dos obras no llegaron a ejecutarse en el barrio de San Vicente en la anterior etapa del proyecto.
Esta última fase de las obras de rehabilitación urbana del antiguo Camí de l’Aigua dará continuidad a las tres que ya se ejecutaron con anterioridad. Primero se peatonalizaron 1,5 kilómetros de vial en los cascos históricos de los barrios de San Vicente y del Roser, después.
Y a continuación, a finales del año pasado, la empresa Licuas ingresó 1.341.938 euros por la remodelación de los ya citados 300 metros de vial entre la plaza Centro y la plaza Asunción por la calle Regimiento Tetuán.
Las obras de rehabilitación urbana en el tramo del Poble de Baix afloraron la acequia Mayor que antiguamente atravesaba la Vall para conducir las aguas desde las Coves de Sant Josep hasta el barrio de San Vicente. El consistorio deberá documentar ahora todo ese valioso material histórico y prolongar el estudio arqueológico, que ya supuso un sobrecoste de 72.005 euros en la anterior fase de las obras.
La remodelación de las calles del barrio de San Antonio ejecutada el año pasado se completará ahora con la rehabilitación de 16 de sus 95 viviendas, todas ellas construidas entre los años 1960 y 1979 en el margen sur del río Belcaire. El dinero también llegará de la Unión Europea, vía Generalitat, con cargo a una subvención concedida en 2022 para regenerar el barrio, de un nivel socioeconómico vulnerable.
Las 16 viviendas elegidas, todas ellas de unos 70 metros cuadrados, están situadas en las calles A y B. Se rehabilitará la envolvente del edificio, la accesibilidad, se arreglarán las zonas comunes de las calles interiores, se mejorará el aislamiento de las fachadas, se instalarán ascensores y se colocarán placas solares para rebajar la factura eléctrica de los residentes. La intención municipal es encajar esa rehabilitación de las viviendas particulares en la reciente peatonalización de algunas calles del barrio.
El despacho de arquitectura de Pau Batalla Soriano trabaja ya en la redacción del proyecto y ostentará también la asistencia técnica y la dirección de obras. Por todo ello cobrará 193.594 euros. El consistorio se ha fijado el mes de febrero de 2026 como tope para culminar los trabajos de rehabilitación de las 16 viviendas.