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Unas 50 personas mayores de Castelló realizan las primeras pruebas con el sistema para la detección precoz de la dependencia

La Cátedra Cuatroochenta de la UJI prueba la app para detectar la fragilidad en personas mayores

11/07/2022 - 

CASTELLÓ. La Cátedra Cuatroochenta de Inteligencia Artificial, Salud y Bienestar de la Universitat Jaume I (UJI), ha realizado, durante el pasado mes de junio, las primeras pruebas con su sistema para detectar signos de fragilidad a un grupo de usuarios de un centro geriátrico de Castelló de la Plana. 

Desarrollado por el equipo de la Cátedra, el dispositivo se basa en las cámaras con tecnología 3D de la empresa Kineactive, utilizadas para monitorizar el ejercicio de personas en rehabilitación. Tiene el objetivo de detectar indicios de fragilidad física a través de tres pruebas donde el participante, de forma secuencial, es guiado mediante instrucciones. Dichas pruebas tienen que ver con la velocidad de la marcha, la capacidad de la persona para sentarse y levantarse y, por último, una prueba de equilibrio. El dispositivo está adaptado de forma que el colectivo de personas mayores pueda seguir sin problemas las instrucciones, las cuales combinan texto y audio. De hecho, la solución tecnológica ha sido bien recibida en general por las personas usuarias por su facilidad de uso y utilidad.

Evaluación integral de la fragilidad

De forma complementaria a la evaluación de la fragilidad física con la cámara 3D, durante la prueba piloto se estudió, además, la fragilidad cognitiva y social. Para ello, se pasaron dos cuestionarios, el cuestionario Pfeiffer, uno de los instrumentos más utilizados para la detección de deterioro cognitivo, principalmente en población mayor, formado por 10 preguntas breves que evalúan memoria y otras funciones cognitivas; y para el aspecto social, la escala de  fragilidad social de Garre-Olmo et al., la cual recoge información sobre con quién vive la persona normalmente, con qué frecuencia ve a sus familiares y amigos o si dispondría de ayuda en caso de necesitarla por parte de personas significativas. Por último, también se tomaron varias medidas como la altura, el peso y la fuerza de agarre.

Adaptación del dispositivo a las personas mayores

Para conocer la opinión de las personas que realizaron la prueba con la cámara, se hizo un cuestionario de usabilidad. Recoger esta información permitirá adaptar las diferentes prestaciones y funcionalidades que incluye la cámara a las personas usuarias. Toda la información obtenida ha resultado útil para continuar la mejora de la cámara en cuanto a la viabilidad y eficacia de la evaluación de las diferentes pruebas, así como la ergonomía y adaptabilidad al colectivo de personas mayores.

Mejora en la gestión de los resultados

Los datos correspondientes a las diferentes pruebas se gestionaron a través de una app móvil, desarrollada por el estudiante de Ingeniería Informática y miembro del equipo de la Cátedra Arturo Gascó. Este software permitirá en un futuro a los y las profesionales del sector sanitario digitalizar la administración de pruebas clásicas para detectar el riesgo de dependencia, mejorando de esta forma la eficiencia y la gestión de los resultados obtenidos; consultar la información de forma sintetizada y ágil, obteniendo un primer resultado sobre si la persona se encuentra en un estado de fragilidad o no; y por último, facilitar la realización de seguimientos del estado de salud de la persona.

Trabajo actual de la Cátedra

El equipo de la Cátedra trabaja actualmente en la adaptación de la cámara utilizando el feedback proporcionado por los usuarios en esta primera prueba piloto. Próximamente, el grupo tiene pensado realizar más pruebas en otros centros de la ciudad de Castelló con el objetivo de tener lista la cámara para que las personas mayores puedan beneficiarse de su uso lo antes posible.

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