VALÈNCIA. El número de autónomos dedicados al Comercio en la Comunitat Valenciana se ha ido reduciendo de forma progresiva en el último lustro. Se trata del sector de actividad que experimenta un mayor descenso en términos absolutos, una situación que se traduce en que, de media, cada día haya tres comercios menos en la Comunitat. Así lo señala el informe Situación del colectivo de personas trabajadoras autónomas de la Comunitat Valenciana de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) en base a datos de la Seguridad Social.
El presidente de UPTA, Eduardo Abad, define esta situación de "una auténtica tragedia", especialmente para las poblaciones más pequeñas, que ven en el pequeño comercio cubiertas un buen número de sus necesidades básicas. "El dato es muy preocupante si lo vemos a cinco años. Hemos perdido más de 5.000 comercios desde 2019", señala. Y, en efecto, el número de autónomos dedicados al comercio ha pasado de los 93.064 de mayo de 2019 hasta los 87.287 del mismo mes de este año, 5.777 menos. Una caída que, no obstante, se ha ralentizado en el último año, cuando la pérdida de comercios se ha situado en 13 cada 10 días aproximadamente.
Entre los motivos que han provocado esta situación, Abad remarca las medidas de liberalización del comercio interior de 2013, que "implicaron que los pequeños comercios tengan que pelearse con empresas que deciden hacer un día sin IVA". De hecho, sobre esta materia asegura que la organización plantea demanda en los tribunales la existencia de este tipo de campañas publicitarias: "O las grandes empresas de distribución están haciendo una alegalidad flagrante al vender sin IVA o están engañando al consumidor con publicidad engañosa".
Preguntado por aquellas iniciativas que se pueden llevar a cabo para revertir la situación o, al menos, ralentizarla, Abad asegura que UPTA se encuentra en conversación con el Gobierno para "poner encima de la mesa medidas concretas". Entre ellas, señala que los autónomos de municipios de menos de 5.000 habitantes tengan una cuota cero durante los primeros tres años; y si se trata de una autónoma que el periodo de gratuidad se extienda hasta los cinco años.
Además, reclama la promoción del empleo autónomo "a través de los nuevos sistemas de telecomunicaciones" y pide a las comunidades autónomas un mayor esfuerzo para conseguir que aquellos negocios "que tienen buenos cimientos" no cierren en el ámbito rural por la falta de relevo generacional. En esta línea, reivindica un plan de relevo en la Comunitat Valenciana, puesto que una cuarta parte de los autónomos valencianos tiene una edad igual o mayor a los 56 años.
Más allá del comercio, la Comunitat ha visto incrementar el número de trabajadores por cuenta propia en casi 7.300, hasta superar los 374.000, según datos a cierre de julio de 2024. En concreto, los sectores de Educación, Actividades Sanitarias y Actividades Profesionales Científicas y Técnicas son los que más crecen en términos relativos. Un crecimiento que desde UPTA atribuyen a la existencia de falsos autónomos, ya que, según Abad, los citados sectores son los que "albergan el mayor número de falsos autónomos de la Comunitat".
En este sentido, desde UPTA calculan que el número de falsos autónomos valencianos supera los 30.000, es decir, por encima del 10% del total de trabajadores por cuenta propia. Sobre el perfil de este profesional, Abad clarifica que, mayormente se trata de personas que residen en grandes ciudades y desarrollan actividades de alta cualificación en medianas y grandes empresas. "El falso autónomo está en las ciudades, en los despachos de abogados, en las clínicas sanitarias privadas, en los centros de formación privados, en empresas que presentan servicios a otras empresas", relata.
En este sentido, Abad tilda la situación de intrusismo y "competencia desleal tremenda" y reclama al Gobierno de España y a la Generalitat Valenciana que "tomen cartas en el asunto". Además, lamenta que se estén dando ayudas a trabajadores por cuenta propia que, en ocasiones, acaban suponiendo "la promoción" de falsos autónomos. Una cuestión que el propio Abad ya alertaba en una entrevista en Valencia Plaza el pasado abril, cuando tildaba a la tarifa plana como "el caldo de cultivo" de los falsos autónomos.
Por otro lado, el informe revela que el número de autónomos de la Comunitat que provienen del extranjero va en aumento: el pasado mes de agosto representaban el 18,9% del total, con un incremento interanual superior al 10%. A nivel nacional, el peso de los autónomos extranjeros es del 15,5%, con una subida interanual de alrededor del 7%.
Respecto a los sectores que cuentan con un mayor porcentaje de autónomos extranjeros a nivel autonómico, el comercio encabeza el ranking con un 21,22%. Completan el 'top 3' la hostelería (19,33%) y la construcción (13,06%). Mientras que la información y comunicaciones destacan al registrar un incremento de cerca del 40% del número de autónomos extranjeros en el último año.
Desde UPTA calculan que, a final del presente ejercicio, uno de cada cinco autónomos de la Comunitat serán extranjeros. Abad asegura que la tasa de mortalidad de esta tipología de trabajadores es inferior a la de aquellos nacidos en España y sostiene: "Tenemos que romper ese mantra de que los extranjeros vienen a quitarnos el negocio. Vienen a cubrir una demanda que los españoles necesitan y no somos capaces de darles".
Además, el informe apunta que casi un 14% de los autónomos de la Comunitat tienen a trabajadores a su cargo. Este colectivo, compuesto por más de 50.000 personas, podría verse afectado por un cambio en las reglas del juego: la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. No obstante, Abad rechaza que esto suponga "un problema" para los autónomos, siempre y cuando se logre una mayor productividad, e incluso apunta a que podría traer consigo una mayor "fidelización" de trabajadores.
Además, aboga por la digitalización, la especialización y la formación como herramientas capaces de dar "una mayor rentabilidad y productividad" a los negocios. En este sentido recuerda que el rendimiento de los negocios no depende del tiempo que esté abierto y espera que la reducción de la jornada "racionalice" los tiempos de trabajo del colectivo: "Tenemos una media de trabajo superior a las once horas, algo que dificulta mucho la conciliación de la vida personal y familiar".
Como consecuencias de esta última problemática, remarca que las enfermedades de tipo psicosocial "se han disparado" en los últimos tiempos: "Cuatro de cada 10 bajas tienen ya directamente relación con estos temas". "Esto es un problema que sigue sin resolverse y las administraciones miran para otro lado en algo que consideramos que va a ser una pandemia el próximo decenio si no conseguimos solucionarlo", lamenta.