tribuna libre / OPINIÓN

La Comunitat Valenciana va bien

Foto: KIKE TABERNER
8/07/2022 - 

No sé cuántos valencianos y valencianas, al leer este titular, pensarán que desde luego no es su caso. Sin embargo, de lo que sí estoy seguro es de que serán muchos menos de los que lo eran hace uno, dos o siete años, porque todos los datos económicos en términos relativos apuntan en esa dirección. Digo relativos porque la inflación es el único dato absoluto que empeora, pero no lo hace en términos comparables con la media de Comunidades Autónomas ni representa un factor negativo diferencial de nuestra Comunitat.

El mal dato de la inflación está siendo amplificado de manera consciente y descontextualizado, como si la guerra en Ucrania no fuera el factor determinante en esta escalada de precios, como si no fuera el precio que hay que pagar si queremos pararle los pies a Putin asumiendo los menores riesgos posibles. La receta más sencilla para reducir drásticamente los precios de la energía es abandonar a los ucranianos, pero si mañana son otros los agredidos, ¿actuaremos igual? Yo también soy home de Pau pero no recuerda mi experiencia que los matones se apaciguaran ni con la música.

La Comunitat Valenciana va bien, y no quiero reiterar los datos sobre cotizantes a la Seguridad Social, contratos indefinidos, ayudas para paliar las sucesivas crisis y demás, quiero referirme a la mejora de su modelo productivo y a los frutos del diálogo social: Que Volkswagen haya decidido, contra todo pronóstico, construir su gigafactoría de baterías en Sagunt no es casualidad. El Govern Valencià conoce que la opción inicial de instalar dicha planta en Cataluña descarrila y que se abren opciones para quienes apuesten por captar tan relevante inversión. En ese pulso concurren varias comunidades autónomas y alguna de ellas es apadrinada por el Gobierno de España; sin embargo, una serie de factores, entre los que se encuentra el diálogo social y el buen hacer del Consell, y su President a la cabeza, son determinantes, porque la apuesta por captar inversiones de alto valor añadido y capacidad tractora es una convicción, la de industrializar la economía valenciana.

Que Ford haya decidido adjudicar los modelos eléctricos a su factoría de Almussafes, tras un duro pulso con la fábrica Alemana de Saarlouis tampoco es casualidad. Que seamos más productivos ha sido clave, condición necesaria pero no suficiente, porque en estas decisiones son múltiples los factores a tener en cuenta. Yo quiero destacar dos: el compromiso absoluto de la Generalitat hasta sus límites y la actuación responsable de la Sección Sindical de UGT-Ford. No es la primera vez que UGT se la juega para captar inversiones y modelos para Almussafes, en el 2007 se dio un gran paso al conseguir la adjudicación de cinco modelos de alto valor añadido y una fuerte inversión; pero en esta ocasión la apuesta era a todo o nada. La Sección Sindical de UGT ha jugado a por el todo, con responsabilidad, con prudencia, ofreciendo acuerdos respaldados por la mayoría y con el aval de su fiabilidad demostrada.

Mientras tanto y desde el principio, el Consell ha ido consolidando la Agencia Valenciana de Innovación que creó, y que paso a paso ha venido aumentando su capacidad de mejora de la economía valenciana desde la innovación, y de su mano se ha constituido Inndromeda que trabaja coordinada en la misma dirección. La voluntad y los recursos también están negro sobre blanco en el acuerdo Alcem-nos; hay un buen número de proyectos para captar fondos Next Generation entre los que cobra especial relevancia, en estos momentos, el relativo a la producción de energías limpias. En definitiva, la Comunitat va bien, pero se proyecta hacia un futuro que quiere y puede ser mejor.

El aeropuerto de Castellón, la Ciudad de la Luz o el Ágora son algunas infraestructuras, inicialmente fallidas, recuperadas por este Govern para la actividad económica y cultural de los valencianos y valencianas, pero resulta imprescindible ponerse de acuerdo en qué queremos construir con el 10% de inversiones del Estado en nuestra Comunitat que hemos incorporado al Estatut. Todas ellas deberán realizarse con el menor impacto ambiental, pero deberán cumplir su principal cometido: mejorar las oportunidades de empleo y bienestar de los valencianos y valencianas; porque, como es conocido, "no hay viento favorable para el que no sabe a dónde quiere ir".

La Comunitat Valenciana va bien. Si recibiera el trato justo en financiación autonómica que le corresponde, iría todavía mejor.

Ismael Sáez Vaquero es secretario general UGT-PV

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