CASTELLÓ. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), O.A., ha iniciado los trabajos de restauración fluvial en dos zonas del término municipal de Segorbe, en los que invertirá más de 650.000 euros. Una actuación es en el cauce del río Chico, que comprende una longitud de 350 metros, y la otra en el cauce del río Palancia, con una longitud de 1.160 metros. Son zonas incluidas en la Red Natura 2000 y que, además, debido a la gran concentración de la caña, tienen un alto riesgo de incendio forestal.
Ambas actuaciones cuentan con la colaboración de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. La restauración consiste principalmente en la erradicación de la caña exótica invasora (Arundo donax). En una primera fase, se realiza el desbroce triturado mecánico de la parte aérea, para después realizar un cubrimiento de la ribera con coberturas opacas, para evitar la exposición al sol y de esta forma agotar y matar el rizoma, según ha informado la CHJ en un comunicado.
En la segunda fase, transcurridos al menos 18 meses, la malla geotextil se retira y se procede a realizar plantaciones de vegetación autóctona. Este método de erradicación de la especie invasora Arundo donax se ha demostrado muy efectiva, con un porcentaje de prácticamente el 100 por cien de erradicación de esta caña invasora.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la caña invasora o Arundo donax es una de las más peligrosas y nocivas plantas alóctonas invasoras a escala mundial, por lo que forma parte de la lista de las 100 peores especies biológicas invasoras del Grupo de Especialistas sobre Especies Invasoras (ISSG).
Entre sus impactos negativos sobre el medio natural está el desplazamiento de la vegetación riparia nativa, que provoca un empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada; la disminución de la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y
reducir los cauces con sus sedimentos; por la gran biomasa que produce, es un factor de riesgo de cara a los incendios; y debido a su intensa transpiración, reduce los recursos hídricos en zonas áridas donde los humedales escasean.
Las ventajas de la eliminación de la caña y su sustitución por los bosques de ribera, son múltiples. Por un lado, se tiene una menor exposición a los incendios forestales. También se mejora tanto la calidad del agua como el comportamiento hidrológico de los ríos. Y, por último, se consiguen mejoras en la biodiversidad del río, de tal forma que se convierten en corredores ecológicos de fauna y flora.
En la demarcación del Júcar, la caña invasora está presente en muchas zonas, principalmente en los cauces de los ríos, afectando gravemente a la calidad de sus aguas. La eliminación de esta es una tarea "prioritaria" en la Confederación Hidrográfica del Júcar, la cual destina una gran cantidad de recursos económicos para su eliminación.
No obstante, la erradicación de esta planta es una competencia compartida entre varias administraciones. Así, tal y como lo contempla la legislación actual, cuando la caña está presente en tramos urbanos de cauces la competencia es de los ayuntamientos, a los cuales la Confederación Hidrográfica del Júcar les autoriza para que procedan a los desbroces selectivos y eliminación de rizoma.
Por otra parte, cuando suponen un riesgo de incendios, la competencia para su eliminación recae sobre la comunidad autónoma. Además, el control y eliminación de las plantas invasoras es competencia de las comunidades autónomas. Por último, si la caña exótica invasora está suponiendo un empeoramiento del estado del río, siguiendo los criterios de calidad marcados por la Directiva Marco del Agua, la Confederación Hidrográfica del Júcar procede a su eliminación.