El goteo de ceses y renuncias dejan un escenario inédito en la Generalitat, que todavía tiene por cubrir dos direcciones adjuntas del IVC, la dirección artística del IVAM y del Centre del Carme o el director musical de Les Arts, entre otras plazas vacantes
VALÈNCIA. Si uno hace un repaso rápido por los líderes de los principales centros culturales valencianos se encontrará con que le es más fácil nombrar los huecos que faltan por completar que los que están cubiertos. Son tantos los directores que faltan en los principales centros artísticos de la Generalitat que lo que debería ser una excepción ha acabado convirtiéndose en norma: la cultura valenciana está descabezada.
Esta misma semana se cumplen tres meses del cese de dos de los tres directores adjuntos del Institut Valencià de Cultura —María Fuster (Audiovisuales) y Joan Cerveró (Música y Cultura Popular)—. El vacío de poder, a pesar de que el Director General de Cultural Miquel Nadal insistiera en la “normalidad absoluta”, se ha dejado notar en todos los sectores culturales, que han denunciado la “inacción” de los entes culturales antes y después de la Dana, haciendo especial hincapié en el rol del conseller de Educación y Cultura, José Antonio Rovira.
Tres meses después del cese, que se efectuó en el mismo año en que fueron elegidos, el nuevo concurso público que debe elegir a las personas que tomen el relevo a Fuster y Cerveró todavía no se ha puesto en marcha. Según ha podido saber este diario, estuvo sobre la mesa del IVC la opción de cambiar el reglamento para poder elegir estos altos cargos de manera discrecional (a dedo), pero finalmente se está abordando un cambio en las bases del concurso para sacarlo de esta manera.
Al cese de los directores adjuntos se le suma también que el hasta hace semanas subdirector de gestión, Marcial Díaz, ha sido nombrado gerente del Consorcio Provincial de Bomberos y ha abandonado un puesto imprescindible para desatascar administrativamente algunas demandas de los sectores culturales y también cuestiones en clave interna del IVC.
Una de ellas es que, cuando empiece 2025, también quedarán descabezados los festivales dependientes del IVC. Las licitaciones que se llevaron a cabo hace casi cuatro años agotan su límite y Cinema Jove, Sagunt a Escena, Dansa València y Espai LaGranja quedan a la espera de que se cambie de modelo se vuelvan a licitar. De estos contratos no solo depende la dirección, sino un equipo de más trabajadores y trabajadoras que ocupan puestos necesarios para el normal funcionamiento de estos. Sin noticias de las licitaciones a estas alturas, el IVC no va a poder evitar el vacío de poder.
Los museos dependientes de la Generalitat también están protagonizando polémicas transiciones hacia no se sabe dónde. Fue hace un año cuando, tras el cese de José Luis Pérez Pont como gerente del Consorci de Museus, la Conselleria de Cultura designó de manera directa a Nicolás Bugeda como su sucesor, aunque con una gran diferencia, pues prometieron crear una plaza nueva para la dirección artística, que quedaría separada de la gerencia. Mientras, se delegaron estas labores en el técnico de exposiciones Vicente Samper, quien ha ido actuando como director artístico en estos meses, aunque la plaza nunca ha sido creada. Sin embargo, las cosas se empezaron a torcer pronto.
La negativa de Hacienda a la petición de la Conselleria de Cultura de crear la plaza tumbaba el proyecto de generar una dirección bicéfala, aunque el departamento de Rovira mantiene que sigue sobre la mesa la intención. La fotografía de presente se complica aun más ahora pues, tal y como desveló este diario, hace apenas unos días Samper renunció a las labores de dirección artística que le habían sido asignadas, una marcha que no ha sido comunicada oficialmente por la Conselleria pero que obliga forzosamente a una redistribución de las labores en ese ámbito en el Consorci de Museus.
A pocos metros del Centre del Carme se ubica el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), al que tampoco le faltan problemas. El museo cierra el curso con un escenario más que anómalo: ni ha presentado su programación de 2025 ni ha cubierto la plaza de dirección artística, que sigue vacía desde la dimisión de Nuria Enguita a principios de año. Esta última cuestión ha sido, sin duda, el gran dolor de cabeza de este año para el centro, teniendo en cuenta que la salida de la ya exdirectora no solo provocó las críticas de gran parte del sector cultural por la gestión de la Generalitat, sino que dio paso a un concurso marcado por la polémica. Fue en julio cuando se publicaron las bases reguladoras del proceso de selección, que semanas después se frenaba tras recibir una denuncia contra las mismas.
Si bien el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) acabó dando luz verde al proceso, medio año después sigue frenado, ahora por la suspensión de los plazos administrativos en los municipios afectados por la Dana. Si bien, cabe destacar que esto se ha aplicado a distintas velocidades por parte de la Generalitat, pues otros procesos en la misma institución siguen su curso. Por el momento, es la directora adjunta del museo, Sonia Martinez, que llegó al museo de la mano de Enguita, quien continúa asumiendo las labores de la dirección artística. Esta delegación se produjo de manera provisional hasta que se pusiera en marcha el concurso para elegir director, un tiempo de transición que se preveía más breve y que ha terminado alargándose hasta cerrar el año sin haber elegido al nuevo líder del museo y, por tanto, dejando al centro a la espera de un proyecto de futuro que sigue sin llegar.
En julio de este año, en la presentación del Anuario 2024 de la Música en la Comunitat Valenciana, el President Carlos Mazón anunció la creación de una Dirección General de Industria Musical para “contribuir a una mayor profesionalización y promocionar el talento musical de la Comunitat Valenciana”. Casi seis meses después, no solo no se ha dado ningún paso para crear el puesto, sino que diferentes voces del sector creen que no se va a materializar. Lo que parecía un hito, tras la polémica de Som de la terreta y la priorización de las urgencias por la dana, parece parcialmente enterrado.
También en el ámbito musical, aunque en otro terreno totalmente diferente, James Gaffigan, Director Musical de Les Arts y responsable de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, anunció hace apenas unos días que abandonará su puesto al acabar la temporada. No se trata de discrepancias con la dirección del teatro, sino cuestiones más bien personales. En seis meses, su puesto quedará libre y, con este poco margen, es complicado que se encuentre un sustituto estable.