VALÈNCIA. El paso de la Dana por la provincia de Valencia ha afectado un buen número infraestructuras críticas para la comunicación terrestre de los ciudadanos de València y los municipios del área metropolitana. Este jueves se mantendrá interrumpido el servicio de todas las líneas de Metrovalencia y seguirán cortadas varias carreteras, lo que dificultará - y en muchos casos impedirá - el desplazamiento de personas hacia su lugar de trabajo.
Entre los municipios que han sufrido un mayor daño a nivel de infraestructuras se encuentran Picanya y Torrent. La suma de ambos supera los 90.000 habitantes. En el caso de Picanya, el agua ha arrasado todos los puentes de la localidad debido al desbordamiento del Barranco del Poyo. Mientras que en Torrent se ha derrumbado el puente que sostiene la autovía que conecta esta localidad con el 'Cap i Casal'. El desplome ha provocado, además, el bloqueo de parte del cauce del citado barranco.
Lo cierto es que el desbordamiento del Barranco del Poyo también ha tenido sus consecuencias en municipios como Paiporta o Aldaia, provocando inundaciones en viviendas y comercios. Siguiendo con las localidades cercanos a la capital, Riba-roja, de unos 24.000 residentes, ha visto como se rompía un puente que la conecta con l'Eliana, Loriguilla y San Antonio de Benagéber.
Una situación que se añade a otros problemas que han sufrido los vecinos de municipios del sur del área metropolitana de la ciudad de València, tales como la falta de suministro eléctrico y de agua o los fallos en las conexiones telefónicas y de Internet. Una serie de complicaciones que han tenido a un buen número de estos vecinos incomunicados y sin algunos servicios básicos durante buena parte de este miércoles.
Por otro lado, Metrovalencia mantiene interrumpida la circulación en todas sus líneas desde pasadas las 21.30h del martes por los efectos de la Dana en sus oficinas centrales y parte de su red. El puesto de mando de la compañía, ubicado cerca de Paiporta y Picanya, quedó dañado por las inundaciones y algunos empleados tuvieron que pasar la noche del martes en las instalaciones ante la imposibilidad de desplazarse a sus municipios.
Además, fuentes de Metrovalencia reconocen a este periódico la dificultad de acceso a las instalaciones durante este miércoles debido a la situación de los municipios cercanos y al cierre de varias carreteras. Todo ello, explican, les imposibilita dar "un servicio con todas las garantías", por lo que la circulación seguirá parada hasta nuevo aviso. Desde la compañía lamentan la situación, especialmente porque muchos de sus usuarios utilizan el transporte público para acudir a su lugar de trabajo.
Metrovalencia se encuentra actualmente valorando los desperfectos que la Dana ha causado en su red. En este sentido, existen algunos puntos de vía desarmada en la zona sur. Es decir, la vía está, pero no tiene sujeción. Además, han caído varios postes de catenaria. Según estas mismas fuentes, la zona de València ciudad no se ha visto prácticamente perjudicada, aunque los daños en el puesto de mando provocan que no se pueda prestar servicio en ninguna de las líneas.
Siguiendo en materia ferroviaria, los servicios de Renfe Cercanías y AVE seguirán paralizados un buen tiempo. En esta línea, Adif ha explicado que no se podrá recuperar la operatividad de la vía que conecta València con Madrid hasta dentro de 15 días o tres semanas por el colapso de dos túneles y diversas afecciones de las vías.
Mientras que en el caso de Cercanías, la situación es mucho más crítica, con alrededor de 80 kilómetros de vía "completamente destrozados". El ministro del ramo, Óscar Puente, ha tildado la situación de "gravísima", puesto que de las cinco líneas, tres (C1, C2 y C3) "están desaparecidas" y "no contamos con ellas al menos en el corto plazo". La que en peor estado se encuentra es la C3, que circula por Aldaia, Cheste, Chiva, Buñol, Utiel y Requena, entre otras poblaciones, y que según las previsiones del ministro tardará meses en recuperarse.
La comunicación por carretera también ha estado afectada por las inundaciones y el desprendimiento de algunas construcciones. El agua arrolló a su paso miles de vehículos que acabaron colapsando algunos puntos de la red. Unos 5.000 vehículos quedaron bloqueados, especialmente en las autovías A-3 y A-7 y en la V-31. Con el paso de las horas, los servicios de emergencia han ido retirando o apartando la gran mayoría de ellos para facilitar el restablecimiento de la circulación.
A primera hora de este jueves, la Dirección General de Tráfico (DGT) informaba de las carreteras que seguían cortadas. Permanecen cortadas por las inundaciones la autovía del mediterráneo (a-7) en Masía del Juez y Sagunto; la AP-7 en Carrascalet; la N-3 en Villar de Olmos, Utiel y Siete Aguas; la V-30, V-31 y CV-36 en Horno de Alcedo; la CV-33 en Torrent; y la CV-35 en Titaguas y en el acceso a la A-7. La CV-50 en Chiva Turís y Llombai también presenta cortes por las inundaciones.
Entre las principales vías afectadas también encuentra la autovía del Este, que une Madrid con la Comunitat, a la altura de Chiva y La Torre; mientras que la autovía del mediterráneo (A-7) mantenía problemas en l'Alcúdia, Picassent y Montortal. Por su parte, la AP-7 estaba afectada a la altura de Oliva. En este sentido, cabe recordar que los vehículos arrastrados por el agua provocaron el colapso de vías como la Pista de Silla, tal y como muestra la siguiente imagen:
La DGT recomienda evitar circular en medida de lo posible en toda la provincia de valencia y añade que más de 60 carreteras secundarias se encuentran cortadas. La patronal de transportistas Fenadismer calcula que esta situación afecta a más de 22.000 profesionales. La organización destaca los cortes en la A-3 y la AP-7, debido a la conexión que éstas ofrecen con otros puntos de España. Además, recuerda que hay transportistas atrapados en la zona hasta que se reabra la circulación, por lo que solicita a las administraciones que garanticen la cobertura de las necesidades básicas de todos ellos.