VALÈNCIA. Muchas de las localidades anegadas por la descomunal Dana que asoló la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre han visto cómo gran parte de sus construcciones e infraestructuras se han deteriorado por los efectos del agua y el lodo. Aunque los daños varían en función del municipio, estas consecuencias impiden el retorno de la vida cotidiana previa a la riada, y en el caso de la actividad comercial son muchos quienes vaticinan que, o bien será muy costoso volver a levantar la persiana, o bien no podrían volver a hacerlo.
De hecho, a las más de 60.500 viviendas dañadas por el temporal ubicadas en más de sesenta poblaciones, se unen también otras 10.400 naves industriales y locales comerciales que, en menor o mayor medida, han sido alcanzadas por esta catástrofe. Son, así pues, negocios que tratan de sobrevivir a una tragedia que ha golpeado parte importante del corazón económico de la provincia de Valencia y, por tanto, también de la Comunitat Valenciana.
En concreto, y según las estimaciones del Colegio de Registradores proporcionadas a Plaza, un primer balance provisional arrojaría daños en casi 7.400 locales, principalmente pequeños negocios situados en bajos comerciales, y más de 3.000 naves industriales. En términos cuantitativos, dos de los municipios más afectados por ahora, debido en parte a su tamaño poblacional, serían Paiporta, considerada como la ‘zona cero’ de la Dana, y Xirivella, donde abundan las edificaciones bajas y en las que los comercios se ubican a pie de calle, factores que habrían contribuido a agrandar los daños.
En cuanto a las naves industriales, y según muestran las cifras de los registradores, obtenidas a partir del cruce de datos entre el sistema Copernicus de observación terrestre de la Unión Europea y el propio programa informático registral, localidades como Catarroja y Riba-roja, que cuentan con una importante tradición industrial y potentes parques empresariales, son las que concentran un mayor volumen de estas edificaciones afectadas, sobre todo en el segmento de las plataformas logísticas. Aun así, es importante señalar que la realidad de esta primera estimación no recoge la dureza completa del temporal, dado que los datos satelitales de la UE están aún incompletos. De hecho, en municipios como Aldaia, donde la presencia comercial es más que relevante, apenas se contabilizan un par de locales dañados.
De este modo, y por el momento, si se suman tanto los locales como las naves industriales deterioradas, Xirivella se situaría como la localidad con mayor afección con 1.731 activos con algún tipo de daño. Le seguirían Paiporta, con 1.242; Algemesí, con 921; y València, cuyas pedanías de La Torre, Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral habrían padecido las graves consecuencias de las inundaciones en al menos 913 unidades comerciales o industriales damnificadas, de acuerdo con los primeros datos del Colegio de Registradores.
Por desglose de activos, y en cuanto a las naves industriales, habría al menos 3.000 afectadas en 46 localidades encabezadas por Riba-roja (el Camp de Túria), que concentra a casi 484 de ellas, el casi el 15% del total. No es de extrañar puesto que este municipio está entre los cinco de toda la Comunitat Valenciana con más metros cuadrados de superficie industrial en casi una decena de áreas, con más de 6,5 millones. Tras esta población aparece Catarroja, con 324 naves dañadas, y justo después, Beniparrell (324), ambas en la comarca de l’Horta Sud. En este sentido, esta zona de la geografía valenciana aparece de nuevo como la más afectada por la Dana, ya que algo más de la mitad de este tipo de edificaciones que han resultado afectadas se concentran allí. Otros ejemplos de ello son Xirivella (180), Paiporta (175), Massanassa (139) y Albal (83).
Por su parte, en la Ribera Alta los daños serían igualmente relevantes, con casi 850 naves afectadas. En este sentido, la población donde se concentrarían más inmuebles deteriorados serían l’Alcudia, con 243; Algemesí, con 226; Carlet, con 106; y Alberic, con 92. Además, en las pedanías del sur de la ciudad de València se contarían otras 80 naves golpeadas por la Dana, a la vez que en Utiel serían al menos 22. No obstante, todavía no se recogen datos para, por ejemplo, localidades igualmente asoladas por el temporal como Chiva o Picanya.
En lo que se refiere a la afección de los comercios y negocios, las cifras del Colegio de Registradores apuntan a daños en más de 7.300 de ellos ubicados en 44 municipios, con Xirivella como uno de los lugares con mayor número de espacios golpeados (1.551). Le sigue de cerca Paiporta con 1.067 establecimientos con algún tipo de desperfecto, mientras que en València serían 832 los locales comerciales que habrían padecido las consecuencias del temporal y unos 695 habrían resultado alcanzados en Algemesí. Los datos, eso sí, incluirían por ejemplo a los locales del centro comercial Bonaire de Aldaia, por lo que las cifras definitivas podrían incrementarse todavía con creces.
De hecho, y según estimaba un reciente informe de Cámara Valencia, los locales del comercio minorista que habrían resultado directa o indirectamente dañados por la riada se elevarían a más de 8.000, y se cifraba además el coste de su reparación y reactivación en 1.789 millones de euros.
Más allá de la industria, los datos proporcionados por el Colegio de Registradores señalan también unas 722 edificaciones agrarias de secano y casi 350 de regadío dañadas, como almacenes, cobertizos o instalaciones destinadas al cultivo, hasta un total de más de mil. Muchas de estas construcciones se ubicarían en las comarcas de La Ribera Alta y La Ribera Baixa, donde son también más frecuentes dada su proximidad a entornos más rurales y alejados de la capital valenciana. En concreto, el 86% de las edificaciones de regadío afectadas y más de la mitad de las de secano estarían en estas dos zonas.
Si se diferencia por tipos de cultivo, en el primer caso, en el que son comunes el arroz y los cítricos, destacan por construcciones afectadas Algemesí, con más de 130; Sueca, con casi 90; Sollana, con más de 60; o Albalat de la Ribera, donde la cifra ronda el medio centenar. Por su parte, entre las edificaciones de secano, y dado que uno de los cultivos más arraigados es, por ejemplo, la vid, la localidad más deteriorada por la Dana sería Utiel, con 47 construcciones dañadas, seguida de Algemesí (38) y Torrent (23). También figura en este sentido Requena, con cerca de 20 de ellas.
Del mismo modo, el Colegio de Registradores también ha identificado en torno a 25 edificios agrícolas rústicos golpeados por el temporal y a ocho explotaciones agrícolas. Además, y por último, se contabilizan asimismo en torno a doscientas oficinas afectadas, aunque los datos de los registradores sitúan el gran grueso de ellas en Alfafar (l’Horta Sud) y apenas ubica media decena más en el resto de municipios.