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del derecho y del revés / OPINIÓN

La economía española y el principio de legalidad

21/07/2024 - 

Acudí a una conferencia que ofreció esta semana el economista y divulgador Carlos Rodríguez Braun en Alicante. El acto lo organizó el Foro de Debate Económico Germán Bernácer, que está celebrando sus diez años de andadura y se celebró en el edificio municipal Puerta Ferrisa, un palacio precioso que es un marco incomparable para este tipo de actos.

Empiezo por felicitar a los integrantes del Foro Germán Bernácer, porque alcanzar diez años de trayectoria y consolidarse como un lugar de encuentro para realizar coloquios acerca de temas económicos y jurídicos no es nada sencillo. Una de las cosas más complicadas de este mundo es unir a las personas entorno a un propósito inmaterial, por el mero placer de enriquecerse culturalmente, intercambiar opiniones y seguir aprendiendo. Así que vaya por delante mi felicitación al Foro, que tan dignamente preside José Martín de la Leona.

Germán Bernácer, economista y físico alicantino fallecido en 1965, fue uno de los padres de la macroeconomía y precursor de Keynes. Entre otras ocupaciones, fue catedrático de la Escuela de Comercio de Alicante, catedrático de Física y Química en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Madrid, y fundador y director del «Servicio de Estudios» del Banco de España. Bernácer inspiró a un grupo de profesionales de la Economía y el Derecho de Alicante a fundar este Foro que lleva su nombre, y tiene entre sus principales hitos el haber fundado la Cátedra institucional Germán Bernácer, fruto de un acuerdo con la Universidad de Alicante, con el objetivo de contribuir al desarrollo económico y social de la provincia de Alicante.  Así que me congratulo por ello y quiero poner de relieve esta magnífica labor que viene realizando esta prestigiosa institución en el último decenio en nuestra provincia, siempre necesitada de referentes de nivel en el aspecto formativo, que nos inspiren para estar al día y progresar como personas y profesionales. Hace unos meses vino también Juan Ramón Rallo, al que fue igualmente un placer escuchar.

Me gustó Rodríguez Braun y me resultó interesante cómo condujo la entrevista Fermín Crespo, actual director de la Ciudad de la Luz. Soy seguidora del profesor, pues lo escucho a diario en la radio. Me quedo con varios mensajes suyos: el primero, que la economía española va bien y está en crecimiento y esto ocurre como fenómeno independiente de quién mande en España. Por mucho que los sucesivos gobiernos pretendan atribuirse el mérito del crecimiento económico, son los empresarios y somos los profesionales quienes hacemos que esto funcione. De otra parte, considera Rodríguez Braun que el paro debería ser cero en nuestro país y que, si existe un paro tan elevado, especialmente juvenil, es por causa de las políticas en materia de empleo. En cuanto a la visión de España, como argentino de origen que es e inmigrante no entiende el complejo que tenemos los españoles con nuestro país, y hace una lectura muy en positivo del triunfo en la Eurocopa, en cuanto a la capacidad para unir al país, de una parte, y la posibilidad de que este éxito sirva para potenciar la marca España desde el punto de vista económico. Por otro lado, el profesor nos alertó acerca del problema que puede suponer la concentración de los bancos, especialmente teniendo en cuenta la OPA hostil que presentó el BBVA en el mes de mayo frente al Banco Sabadell. En este sentido, por fin detecté que el ponente estaba de acuerdo en algo con el Gobierno de Pedro Sánchez, puesto que considera como éste que es un peligro para la economía patria la excesiva concentración de riesgo que suponen los macro bancos.

Una de las cosas que entendí de la conferencia fue que, si un banco grande tuviera problemas económicos serios, la economía global se tambalearía. No es otro el motivo de que gobiernos anteriores tuvieran que salir al rescate de los bancos, aunque todavía nadie nos ha explicado por qué motivo no han devuelto el dinero del rescate -que era de todos nosotros- en lugar de seguir pagando pingües beneficios a los accionistas en cuanto pudieron. Pero, vamos a ver, ¿beneficios, de qué, si deben ustedes hasta el boli con el que toman nota en las juntas de administración? Cosas de España que se hacen con las mismísimas posaderas. España y yo somos así, señora, que diría José María Pemán. Y no me vengan a decir que, claro, los accionistas necesitan cobrar sus beneficios para que estén contentos, cuando han sido rescatados con dinero público. En fin, la digresión que esto suscita es interminable, ¿por qué tanto servilismo con la banca y ésta a su vez con el poder?

Quiero, para terminar, trasladarles un mensaje importante que dio Rodríguez Braun: le preocupan las injerencias del poder político en el judicial. Ya saben que la división de poderes de Montesquieu está en horas bajas. El tema de la ley de amnistía y las consecuentes excarcelaciones de políticos previamente condenados por delitos de guante blanco son un auténtico bochorno para todos los que creemos en la necesidad de un Estado serio, en el que se respeten las reglas del juego. La diferencia entre los países que mejor funcionan, como Canadá, y otros que no es el marco de seguridad jurídica en el que están asentados, dijo con otras palabras el insigne profesor Rodríguez Braun. No deberíamos haber permitido que se movieran los cimientos de nuestra casa común de todos los españoles con leyes escandalosas como ésta que, en este caso por desgracia y en cumplimiento del principio de legalidad, una vez aprobadas han de cumplirse. Y menos mal, porque la opción de no cumplirlas nos sumiría ya en el caos más absoluto. En un despelote bananero. Menos mal que tenemos a Europa echándonos un ojo para que no nos salgamos de madre. 

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