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Y así, sin más

La elegancia 'techno': Acromatyx y su oda a la diversidad

10/03/2024 - 

ALICANTE. Una vez me dijeron que en la juventud todo el mundo es rebelde y suele ser sin causa, pero que conforme vas madurando –que espero no hacerlo pronto porque si maduras mucho te pudres– vas encontrando tu sitio en el mundo y te vas amansando. En definitiva: debe de ser aburridísimo eso de crecer. Tengo amigos de muchas edades y he llegado a la conclusión de que ninguno ha crecido. Menos mal. No podríamos ser amigos. 

Nunca he escrito sobre algo que no me ha gustado por quedar bien. Todo lo que escribo me conmueve, trato de que suene apasionado y que llegue a las personas como lo hizo conmigo.

Siento una especial devoción por Acromatyx. Su juventud y rebeldía me conmueven muchísimo. Me identifico con ellos. Son jóvenes de mente y saben hacerlo, porque a la vez entienden de la elegancia universal. Todo el mundo sabe que el negro es elegante. Cuando quiero apostar por lo seguro, voy al negro. Es obsesivo lo mío con el negro. Por eso siento que Franx de Cristal y Xavi García, las cabezas pensantes tras Acromatyx, me entenderían tan bien -sus total looks de todo al negro ya no pueden faltar en el sector–. 

Ellos mismos desprenden un halo de enigma, como de brujería moderna. Como si supieran echar el tarot y, a su vez, vestirnos para ir a una cena en la que queremos ser objeto de miradas o a una fiesta techno. Eso es lo que consigue Acromatyx. Que del centro de Madrid nos vayamos a cualquier club del Berlín más castizo, a pasar la noche en el Berghain con la gente más estilosa de toda la ciudad –ya se sabe que ahí o tu total black merece la pena o no entras–.

Tras varias ediciones de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Franx de Cristal y Xavi García han vuelto. Los dos diseñadores que, tras el adiós de 44 Studio, decidieron volver con Acromatyx. Una firma que es la viva representación de ellos y de su forma de entender la moda. Todo esto lo hemos podido ver en el desfile, bajo el título de Techno. Una colección con un único color el negro, una tarea muy difícil porque hacer prendas diferentes con un mismo tono, requiere más precisión. No obstante, Franx de Cristal y Xavi García son dos maestros de esto y no defraudaron. En la pasarela se pudieron ver piezas que permiten ampliar la visión de la industria e incluir a todo el mundo de forma diversa y real.

Para este debut han apostado, y fuerte, todo al negro. Por varios motivos. Les acompaña desde la infancia, lo han vestido en esas largas noches de discoteca con música tecno y es el tono en el que mejor se expresan. Pero ojo, no solo utilizan un negro: esta colección tiene infinidad de variedades de negro. Lanas, popelín y algodones abren una bandera de tejidos en la que destacan otros más trabajados, como las sedas que llevan fibra y crean un efecto tornasolado. 

Los tejidos arrugados contrastan con los lisos, los mates con los brillos, los opacos con las transparencias. Expresarse en negros no les ha costado nada, al contrario. "No", dicen con rotundidad. "Nos ha costado un poco encontrar tantos materiales, pero estamos felices con el resultado". Los volúmenes van muy estructurados, jugando sin miedo con las dimensiones de los hombros. Las proporciones se alteran en algunas prendas, siempre con ese aire rebelde, inconformista y radical. Provocador en el buen sentido de la palabra y, sin dejar de lado, elegante. Es un adjetivo que se repite en toda la colección. Señoras y señores, ¡la elegancia está presente!

Las asimetrías rebelan esas ganas de salirse de lo común y, con acierto y una osadía contenida, han utilizado las transparencias proyectando una nueva sensualidad que se une a esa nueva sastrería para dejar claro que tienen su propia forma de entender la moda, de consumirla, de vivirla y de contarla. Desde las gradas, tras el carrusel, una fuerte ovación a la que se han sumado los aplausos que llegaban desde el cielo. Los chicos de Acromatyx lo hicieron. Provocar y gustar. El futuro se ve brillante.

Y de nuevo una palabra se hizo protagonista: together. Lo dijeron todo con ella. Al verla, todos reconocimos la tipografía. En un chocker de plata hecho por Jane Bardot, volvía ese guiño al fallecido David Delfín. Lo de Acromatyx es la sutileza, los detalles. Todo empezó hace años, cuando ambos empezaban en el mundo de la moda y David Delfín les dio su apoyo. Bardot y Acromatyx rinden homenaje al malagueño en los detalles, en lo que se ve de lejos, en lo que quizá no se aprecia, pero está. Una mirada a su pasado, pero con los pies en el futuro. En la inclusividad y la diversidad. En la vida. De eso nos hablan ellos. De unas copas que terminan volviendo de día a casa o en ese viaje inesperado a nuestros adentros para entender qué queremos contar.

Y así, sin más, sobre el negro y todos sus sentimientos.

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