VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana ya tiene entre sus planes el inicio del desmontaje de los hospitales de campaña ante la constante bajada de la presión hospitalaria en la Comunitat Valenciana. Según fuentes conocedoras del escenario, la administración valenciana esperará a final de año para iniciar el desmantelamiento de unas estructura que se puso en marcha en el punto más álgido de la pandemia.
Sin embargo, la remisión durante los últimos meses de los ingresos por covid gracias a la vacunación masiva de la población ha provocado que estas estructuras, que fueron utilizadas para ingresos de pacientes leves, para la realización de pruebas PCR o para la vacunación de grandes colectivos como el profesorado, ya carezca de utilidad si los datos no vuelven a dar un giro inesperado tras la llegada del invierno y la festividad navideña.
El primero en iniciar este desmontaje ha sido el hospital de campaña anexo al Hospital General de Castellón, quien ya no tiene habilitado el espacio para recibir enfermos dado que hace ya varias semanas se desmontaron los equipos de climatización, por los que la Conselleria abonaba un alquiler y que consumían gran cantidad de electricidad, tal y como informaba Castellón Plaza la pasada semana.
De hecho, en los últimos días se ha desmontado el finger que conectaba el hospital de campaña con la zona de Urgencias del General debido al inicio de unas obras que requerían la eliminación del mismo. Por otro lado, el hospital de campaña conectado con La Fe a día de hoy no tiene prácticamente uso tras derivarse la vacunación a otros espacios, ya fueran municipios o la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Algo más concurrido ha estado el de Alicante, destinado a acoger a las personas migrantes que han llegado a las costas valencianas -detectadas en alta mar o en tierra- en cuyos grupos o medios de transporte se hayan detectado casos de contagio de covid-19 y que en estos momentos todavía conserva su uso.
Ahora, será Emergencias, liderada por José María Ángel y dependiente de Justicia, quien tenga que dar el paso de iniciar el desmantelamiento al ser la encargada del montaje de dichas infraestructuras. Mientras, la Conselleria de Sanidad será la encargada de realizar todo el inventario del material que se encuentra en los espacios y del desmontaje del mismo.
Según la última actualización de datos, el pasado viernes, los contagios de la jornada caían a 355. Mientras, las personas ingresadas caían a 260, 66 de ellas en UCI. De los hospitalizados, 44 en la provincia de Castellón, 110 en la provincia de Alicante y 106 en la provincia de Valencia.
Ahora, con la pandemia en remisión y a falta de pocos meses más con estas instalaciones provisionales en pie si los datos no cambian bruscamente, cabe recordar los numerosos conflictos a cuenta de la infraestructura, sobre todo con el contratista, quien ha llevado a cabo acciones como la retención de material por falta de pago de la Generalitat o los percances por las dificultades de climatización, entre otras.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció el levantamiento de los tres hospitales de campaña en marzo de 2020, pocos días después de que decretara el confinamiento. Una medida anticipatoria ante un posible colapso sanitario que, en ese momento, ya estaban sufriendo otras comunidades autónomas.
Inicialmente, el coste de las instalaciones era de ocho millones incluyendo el equipamiento, si bien posteriormente distintas necesidades de acondicionamiento han elevado el coste a más de 16 millones de euros según cifró en su día la propia empresa adjudicataria, Ingeniería Desarrollos de Alta Tecnología (IDAT), filial de Hispano Vema.
No obstante, el uso de estas instalaciones ha sido secundario sobre todo en lo que se refiere a ingreso de enfermos por covid. De hecho, a los pocos días de empezar a utilizarlos con este objetivo, se produjo un temporal en València que conllevó, por orden de la Subsecretaría de la Conselleria de Sanidad, al traslado de los pacientes a otras instalaciones.
Por su parte, el Gobierno valenciano siempre ha insistido en que no haber tenido que utilizar de forma constante y generalizada los hospitales de campaña ha sido una "buena noticia" puesto que evidencia que no se ha alcanzado una presión hospitalaria extrema que obligara ello. Además, recuerdan que las instalaciones, cuando se desmonten, se quedarán en propiedad de la Generalitat para su uso si se produce alguna otra situación de emergencia.