VALÈNCIA. La gestora de residencias Gestió Sociosanitaria al Mediterrani (Gesmed) cerró 2022 con un aumento de su facturación del 4,7% hasta los 53,1 millones de euros. Un aumento que es consecuencia de las nuevas gestiones comenzadas en 2022 y el efecto de las que comenzaron en 2021, así como por las revisiones de precios pendientes tras las sentencias favorables obtenidas durante el ejercicio, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
Asimismo, la compañía registró un leve descenso de su beneficio al pasar de los cerca de 1,3 millones obtenidos en 2021 al millón con el que acabó 2022. Su resultado financiero neto consolidado ascendió a los 41.000 euros como consecuencia de unos gastos financieros de 478.000 euros y de unos ingresos financieros, por intereses de demora fundamentalmente, de 519.000 euros.
"Dados los plazos de la administración, en ejercicios siguientes seguirán registrándose ingresos financieros por este concepto, a medida que las administraciones públicas o los tribunales correspondientes reconozcan el importe a cobrar por el grupo", señala Gesmed en el informe de gestión que acompaña a las cuentas.
Durante 2022, el grupo continuó con la gestión de los centros adjudicados en años anteriores y únicamente logró la gestión integral la Residencia de Mayores Dependientes de Benetússer. Por otra parte, durante el pasado año, finalizó la gestión del Centro de Día de Montaverner, así como el Servicio de Asistencia domiciliaria en la ciudad de València.
Respecto a los contratos de gestión integral de las residencias de mayores dependientes y centros de día de Orihuela, de Onil, Moncada, Palacio de Raga, Puçol y Alcúdia de Crespins, Velluters y El Pinar, Gesmed destaca que se encuentran vencidos sin que, por el momento, la Conselleria haya iniciado el proceso de licitación para la adjudicación de nuevos contratos, por lo que continuará con la gestión forzosa de los mismos durante 2023.
"Esta situación de continuidad de gestión, una vez finalizado el contrato, provoca un significativo deterioro económico para la sociedad, dado que dichos servicios son facturados, pese a la discrepancia que sobre este asunto mantiene Gesmed con la administración, según el último precio establecido de contrato, sin que sea actualizado a condiciones de mercado", lamenta la compañía, que señala que "los gastos se incrementan anualmente mientras que los ingresos permanecen congelados", ya que el plazo medio de cobro es de seis a doce meses.
De cara a 2023, prevé una disminución de sus resultados debido a que a los contratos vencidos se suma "el extraordinario incremento de precios de los suministros y el del resto de costes".