VALÈNCIA. La industria se anticipa al paro anunciado por los transportistas para minimizar sus efectos y evitar problemas de suministro. Así, muchas compañías hacen aprovisionamiento extra de productos y llenan sus almacenes para no quedarse sin suministro. No obstante, por el momento, impera la "tranquilidad" en la mayoría de sectores económicos, aunque con la clara exigencia al Gobierno de que negocie con los convocantes para que la economía no se desgaste aún más.
La convocatoria de paro indefinido empezará desde la medianoche del domingo al lunes y parte de los transportistas asociados en la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte para protestar por el incumplimiento por parte de los cargadores de la ley de costes, que prohíbe trabajar a pérdidas. Se trata de la misma organización de transportistas de mercancías por carretera -en su mayoría autónomos- que organizó el pasado marzo un paro de 20 días que provocó problemas en las cadenas de suministro en buena parte del territorio nacional.
Por el momento, ya han salido voces del sector que han rechazado sumarse a esta nueva convocatoria. Así, la patronal logística UNO, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) y la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ya han descartado sumarse. Por su parte, los transportistas valencianos de Fvet tomarán la decisión de adherirse o no este miércoles.
En cualquier caso, las grandes cadenas de distribución, fabricantes, distribuidores y pequeño comercio se han adelantado a las posibles tensiones en la cadena de suministro y han aumentado el stock de productos para cubrirse las espaldas. Y más teniendo en cuenta que se desconoce su duración y se acercan fechas señaladas como la campaña del Black Friday y las Navidades.
Desde la cadena alimentaria, han exigido al Gobierno seguridad y garantías para el abastecimiento de productos y materias primas, al tiempo que urgen al Ejecutivo a considerarlos como un sector "esencial" para garantizar unos servicios mínimos en caso de que se produzcan piquetes como en el paro de marzo.
Así, las organizaciones agrarias COAG y UPA; las asociaciones empresariales Aecoc, ACES, Anged, Asedas, Cooperativas Agro-alimentarias de España; y la patronal de la industria alimentaria FIAB reclaman "medidas que garanticen el buen funcionamiento de la cadena alimentaria y el abastecimiento de alimentos y bebidas al conjunto de la población en cualquier situación, por muy excepcional que esta sea".
En este sentido, aseguran que esta convocatoria llega en un momento complicado para la cadena alimentaria que ya está "gravemente tensionada" por el complejo escenario internacional. Por tanto, advierten del impacto para las pymes del sector y el "grave perjuicio" para el consumidor "en caso de prolongarse". No obstante, muchos ya se están anticipando.
Así, desde la patronal Anged aseguran que las empresas ya están implementando planes de contingencia y aprovisionando para que las tiendas funcionen "dentro de la normalidad". Además, recuerdan que tras la pandemia y el paro de marzo, el sector ya está preparado para este tipo de situaciones. "Ya se están tomando medidas, pero lo importante es que se garantice la seguridad para mantener el orden y evitar actos vandálicos. La economía española no está en un momento favorable como para pararla y asumir sus consecuencias", subrayan desde la organización.
Desde la Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana (Asucova), confían en que sus efectos sean menores que los de la anterior convocatoria porque, a priori, menos asociaciones la están secundando. Por ello, piden "tranquilidad" a los consumidores porque remarcan que el suministro va a estar asegurado. De hecho, los supermercados han incrementado su aprovisionamiento de stock y están diversificando sus canales con proveedores para tener suministro en caso de que el paro se prolongue.
"Estamos preparados para todos los escenarios y todavía tenemos tiempo de cara a la campaña de Navidad. Por ello, pedimos tranquilidad porque ya sabemos cómo actuar ante este tipo de circunstancias", aseguran desde Asucova. Además, la mayoría de cadenas cuentan con flota propia por lo que no preven problemas de salida de camiones, más allá de si acontecen actos que impidan la circulación.
Por ello, reclaman que se respete "el derecho al trabajo" de aquellos que no quieran apoyar el paro, al tiempo que urgen al Ejecutivo Central a que se les considere como un sector "esencial y estratégico" para asegurar unos servicios mínimos y acceso a la distribución y la logística.
También el comercio valenciano se ha adelantado a las posibles consecuencias. Según explican desde Confecomerç, "el sector está principalmente asegurando y garantizando el stock con sus proveedores", por lo que el nivel de afectación creen que será "menor" que otros formatos e incluso la venta online que consideran que sí que puede verse perjudicada ante la inminente campaña del Black Friday. No obstante, esperan que se lleven a cabo las negociaciones y el diálogo oportuno con el objetivo de que finalmente la huelga "no se lleve a término".
Desde la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) aseguran que las organizaciones están haciendo acopio de suministro y su mayor temor es la duración de la convocatoria. Sin embargo aseguran que en estos momentos impera "cierta normalidad", aunque instan al Gobierno a que "no pase como en marzo que nos sorprendió la agresividad y los actos vandálicos".
Desde el Gobierno, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, aseguraba este martes "harán lo necesario" para evitar un paro que, a su juicio, "no tiene sentido" porque "no beneficia a nadie, ni dentro ni fuera del sector".
"Lo que nos toca es seguir trabajando para que todas las mejoras que hemos introducido desplieguen todos sus efectos. Convocando un paro esto no lo vamos a conseguir y desde luego no va a suponer un arma de presión más porque ya estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer y la voluntad de este Gobierno es garantizar, en cualquier caso, que los transportistas trabajan en condiciones dignas", subrayó la ministra.
En cualquier caso, Sánchez aseguraba que el Ejecutivo no tiene "ningún problema" en reunirse con la plataforma convocante para dialogar, aunque pedía también que se escuche al resto de organizaciones del transporte, que reconocen que las condiciones del sector han mejorado y "han salido en bloque a rechazar el paro".