Foto: EPLa Inteligencia artificial está de moda. Ha llegado al punto en que muchos cursos, productos o servicios incluyen la expresión solo por aparentar que están en la vanguardia de su sector. Está pasando con ella como cuando se descubrió la intolerancia al gluten y muchas marcas incluyeron en su oferta la expresión "sin gluten" como estrategia de marketing a pesar de que el producto no tenía nada que ver con cereales que son los únicos que contienen estas pequeñas proteínas.
"Chuleta de cordero gluten free", "mermelada de fresa gluten free" y va y el marketing neuronal lo consigue y compramos ese chuletón y esa mermelada en vez del que no pone nada, pensando que si es gluten free será más sano, cuando ni somos intolerantes al gluten ni esos productos tienen esa proteína de serie.
Pues así o parecido está ocurriendo con la inteligencia artificial. Por eso y por que me fascinan las nuevas tecnologías decidí intentar entender qué es esto de la IA. También para poder "pillar" a los que nos la quieran meter como gluten free o para saber si, como algunos agoreros dicen, el periodismo o la creación literaria musical o artística corre peligro por ella.
Vamos por partes. Si quieren hacemos juntos el curso de IA para periodistas torpes de la generación X, o sea rodando los 50: La inteligencia artificial se define como la tecnología que utiliza algoritmos y modelos matemáticos para procesas grandísimas cantidades de información y a partir de ellos tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático y autónomo. (Esto lo dice el Parlamento Europeo).
Resumimos; tecnología capaz de realizar determinadas tareas de forma autónoma y capaces de ir perfeccionándola sin necesidad de supervisión de una persona.
¿Les asusta? ¿Creen que esta tecnología puede quitarles el trabajo? ¿Piensan que esta inteligencia artificial acabará como Hal 9000 en la película de Stanley Kubrick?
Pues no tengo la respuesta pero sí les voy a pedir, si les apetece, que reflexionen conmigo sobre cómo se debieron sentir los escribanos cuando Gutenberg inventó la imprenta en 1440. O cuando los herreros vieron cómo los carruajes de caballos eran desplazados por los modernísimos coches gracias a la novedosa tecnología del motor de cuatro tiempos. Simplemente la telefonía sin hilos y todo lo que después ha dado de sí fue un avance sin el que hoy en día no podemos entender el mundo pero que en su momento nadie sabía por dónde saldría.
Mi abuela nació en 1915 y durante mucho tiempo viajó en carros tirados por caballos. Para ir de Elche a Alicante tardaban casi un día y debían hacer paradas para descansar. No había tele y fue testigo de la llegada del primer coche a Elche, incluso fue capaz de hablar por teléfono móvil aunque no tuvo. Ella fue en este sentido un ejemplo para mí de persona resiliente, con los avances de la tecnología y con todo.
Cuando ella tenía ya casi 90 años España hizo el cambio de moneda al euro. Le compré inmediatamente una de esas bolsitas que había unos meses antes, con varias monedas del nuevo cambio y se la lleve a su casa para que se acostumbrara a manejarse. ¿Saben lo que me dijo? Que no le veía ningún problema al asunto que solo era acostumbrarse. Les juro que me quedé atónita al escucharla y más cuando mucha gente mucho más joven, yo incluida, estábamos en situación de ansiedad de pensar si seríamos capaces de aclararnos.
A ver entiéndame, soy consciente que esto de la inteligencia artificial que no es solo una cosa, por cierto, no es fácil de llevar. Sobre todo porque aún no sabemos cómo va a evolucionar su uso. ( Pasó parecido con las redes sociales o whatsapp).
Es cierto que se ha usado y se utiliza habitualmente por ejemplo entre los estudiantes para redactar trabajos. Pero antes ya se ayudaban con el rincón del vago y otras plataformas como estas y se logró determinar qué era copy paste y qué no. Ya se escriben discursos, libros, canciones o se pintan cuadros con inteligencia artificial. Y noticias.
Habrá que evolucionar y aportar algo más entonces.
Habrá que hacer cambios, regular el uso según para qué y adaptar la tecnología a la ética y las normas de una sociedad. ¡Pero esto tampoco es nuevo!
Cada avance, por ejemplo, en el campo de la biología o la medicina pasa por muchos de estos procesos. Somos capaces de clonar seres vivos y aún así nadie espera que acabemos en una sociedad que clone seres humanos como setas. (Se imaginan una alianza entre la IA y la clonación y el mundo acaba poblado por millones de Donalds Trump como único ser vivo humano?).
En fin que en mi análisis de todo esto, superficial o naif si quieren pero creo que con sentido común, les animo a que sean resilientes, que mantengan el control de sus emociones, que no caigan en creer que todo lo que lleve las letras IA es malo, pero tampoco lo vean como un valor si no es más que una estrategia de marketing.
Hace mucho tiempo que casi sin darnos cuenta estamos utilizando "técnicamente" la inteligencia artificial. Lo mejor para mí es adaptarse y no verla como la gran amenazada de la civilización pero tampoco la nueva solución a todos los males. Es tecnología que con formulas matemáticas puede tratar mucha información procesarla y actuar según esa información es procesada. Nada más. Y nada menos.
