VALÈNCIA (EFE/Ismael Cirujeda). El sector logístico valenciano se enfrenta a un momento clave para su posible despegue o su estrangulamiento, según varios expertos consultados por EFE, que admiten las excelentes condiciones del territorio pero también advierten de sus carencias y sus principales amenazas.
La Comunitat afronta "grandes retos" y debilidades a los que, como afirma la catedrática en economía por la Universidad de Alicante (UA), Paloma Talvatull, tendrá que hacer frente para asegurarse su posición.
Los problemas ya son conocidos y fueron señalados en un estudio de la Generalitat Valenciana publicado hace cinco años y elaborado por los ingenieros Manuel Castaño y Javier Casado, en el que se vaticinaban problemas ya reales como la falta de suelo logístico.
En zonas prioritarias como València, que tiene buenas conexiones para la salida de mercancías y todo tipo de sinergias empresariales, los expertos afirman que se podría producir lo que se conoce como 'gap', es decir, que la creciente demanda no encuentre sitio para instalarse, pese a que se intente ampliar la oferta continuamente.
En este sentido, la gerente de servicios logísticos de la Autoridad Portuaria de Valencia (VPI), Fatima Zayed, corrobora que "en el ambiente se percibe que de un momento a otro no vamos a ser capaces de dar suelo a todas las grandes empresas que lo pidan".
Sólo en València, la contratación de este tipo zonas ha aumentado más de un 38 % respecto el año pasado, según datos de la consultora internacional CBRE.
El referido documento de la Generalitat también advertía de la creciente competencia entre regiones y la falta de coordinación entre ellas. En este sentido, tanto Talvatull como Zayed ponían como ejemplo a Zaragoza Plaza, la que ahora es la mayor plataforma logística de Europa: "El gobierno zaragozano ha tardado 15 años para recuperar la inversión y nosotros llevamos más de diez pidiendo centros en Alicante y Castellón, así están las cosas".
También se pone el foco en Alicante, que exporta cerca del 90 % del calzado español hacia mercados como el estadounidense, según la plataforma Ágora, y que tiene nodos logísticos "muy pequeños" que dificultan la comunicación.
"No hay iniciativa de fusión en un gran centro, como sucede en otros lugares, que nos permitIria mayores sinergias y menores costes", declara Tavatull.
El puerto de Alicante, con buena conexión por carretera y a quince minutos del aeropuerto, lleva encadenando, desde el 2016, una reducción en sus tráficos de mercancías del 23 %, según datos oficiales de la propia autoridad portuaria.
Lo mismo sucede en Castellón, territorio esencialmente exportador de cerámica, que acumula cerca de 5.500 millones de facturación, y que pese a ello no cuenta con una Zona de Actividades Logísticas (ZAL), fundamental para mejorar la eficiencia del transporte.
La economista de la UA considera que "con esa naturaleza exportadora que tiene Castellón, esta carencia nos está bloqueando mucha inversión".
La modernización de los centros industriales es otra de las "patas flojas2 del sector logístico; sólo el 1 % de los cerca de 700 parques empresariales cuenta con un ente gestor.
"El apoyo público a la modernización de las empresas facilitaría la salida de producto, porque si alguien es exportador, somos nosotros", asevera Zayed.
Las serias "deficiencias y limitaciones" de la red ferroviaria valenciana ya fueron definidas en el citado informe de 2018, y entre ellas se hacía especial mención a la falta de adaptación a la red europea, la escasa electrificación o la infrautilización de los accesos a los puertos, lo que deriva en una excesiva dependencia del transporte por carretera.
El profesor e investigador de economía en la Universitat de València, Julián Martínez, asevera que el territorio valenciano debe avanzar en los diferentes modos de transporte si quiere competir: "Tener conectados los tres modos de transporte (sincro-modalidad) haría nuestro territorio más atractivo para las empresas y cumpliríamos con Europa a nivel ambiental", expone.
Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEE), el transporte por carretera supone más del 70 % de las emisiones contaminantes en la UE, frente a casi el 1 % del tren.
Además, el uso excesivo de la red de carreteras por parte del tráfico pesado repercute en el estado de las infraestructuras y eleva los costes de mantenimiento.
"De cara al futuro, los principales núcleos industriales deberían tener acceso ferroviario, pero prestando atención a que este proceso sea más rentable que el camión", asegura Zayed.
En todo caso, cualquier cambio pasa necesariamente por la administración y "gran parte de los desarrollos logísticos están pendientes de la tramitación por las corporaciones municipales", como señalan los expertos consultados.
A juicio de la gerente del puerto, Fatima Zayed, la administración "no debería ser un freno", porque "se nos han escapado muchas inversiones clave por ese motivo".
Hace poco más de un año, la Comunitat Valenciana bajó del tercer al cuarto puesto en la clasificación de regiones exportadoras de España. Con la llegada de empresas como Volkswagen para 2026, las previsiones de futuro se plantean "brillantes", como ha dicho Zayed, pero, como también remarca la profesora Talvatull, la ubicación estratégica no será suficiente: "Hay que espabilar, no nos despistemos", concluye.
Mejoras en carreteras, puertos y ferrocarril son básicas para un sector con grandes fortalezs y dinamismo, que viene reclamando estas infraestructuras en beneficio de la competitividad de la región