VALÈNCIA. (EP) La mitad de las familias españolas con hijos pequeños asegura no tener suficientes conocimientos sobre ciberseguridad, según un estudio realizado por Lingokids.
En este sentido, la encuesta, realizada a 800 familias de toda España con hijos de hasta 8 años, revela que seis de cada diez consultados utilizan algún sistema de control parental y hablan con sus hijos de la importancia de seguir unas normas básicas de seguridad cuando utilizan sus dispositivos electrónicos.
Asimismo, el estudio publicad este viernes muestra que seis de cada diez procuran recordar a sus hijos con frecuencia lo que deben y lo que no deben hacer. El resto, considera que los niños son todavía demasiado pequeños.
Según explica la directora de Experiencia de Aprendizaje de Lingokids, Rhona Anne Dick, "nunca es demasiado pronto para transmitir a los niños, adaptando el mensaje a su edad, que Internet es un invento maravilloso con el que pueden hacer muchas cosas, pero que usarlo de forma inadecuada puede tener consecuencias negativas".
"Sin generar en ellos aprensiones ni miedos, pero sí inculcándoles la precaución, y explicándoles, de forma que ellos puedan entender, los riesgos a los que se pueden enfrentar. Además, es importante que los padres se mantengan informados sobre la materia a través de expertos, noticias, o hablando con otros padres de su círculo", ha apuntado Rhona Anne Dick.
Los resultados de este estudio señalan que el 42% de los padres considera que sus hijos tienen los conocimientos adecuados para su edad y suficientes para utilizar de forma segura sus dispositivos electrónicos, gracias a las charlas e informaciones que reciben en los centros educativos y en el hogar.
En este sentido, el estudio concluye que la mitad de los niños españoles de hasta 8 años (el 48%) tiene su propia tablet y uno de cada cuatro tiene su propio móvil. El resto toma prestados los de sus padres.
Sobre el tiempo de uso, un 40% los utiliza a diario, un 24% los usa más de tres días por semana, el 21% solo los fines de semana y un 15% asegura utilizarlo únicamente de forma puntual. El día que los utiliza, la mitad (el 49%) extiende su uso entre una y dos horas, el 26% emplea menos de una hora y uno de cada cuatro dedica más de dos horas a los dispositivos electrónicos.
Tras la pandemia de la Covid-19, seis de cada diez progenitores reconocen que durante el confinamiento aceptaron que sus hijos utilizaran más sus dispositivos y posteriormente esa rutina se ha quedado instaurada como normalidad.
"Es importante que los padres limiten el tiempo que sus hijos utilicen pantallas y que también les propongan actividades para realizar fuera del mundo digital. A partir de los mismos intereses que muestran los niños en el contenido online que consumen pueden buscarles alternativas de ocio y diversión relacionadas que les resulten atractivas. Por ejemplo, si les gustan los juegos relacionados con la cocina, una buena idea es organizar una sesión de cocina en familia", propone la experta.
Al ser preguntado sobre el tipo de contenidos que consumen sus hijos, los resultados muestran que los principales son juegos y vídeos: el 59% utiliza la tablet o el móvil para jugar, y el 55% es usuario habitual de YouTube. Por detrás se sitúan las apps educativas (45%) y las películas y dibujos animados (44%). Las búsquedas en Internet, las aplicaciones de mensajería y las redes sociales, en estas edades, tienen un uso inferior al 10%.
Respecto a los juegos 'online', en los compiten con otros jugadores, un tercio de niños de hasta 8 años (35%) ya los utiliza, con la recomendación de sus padres de que solo pueden jugar con amigos y nunca entrar en contacto con desconocidos. Un 59% de los padres afirma que sus hijos todavía no se interesan por ese tipo de juegos, y el 6% restante reconoce no estar muy al tanto de los juegos a los que juegan sus hijos.
"Dado que jugar es la principal actividad a la que se dedican los niños cuando usan la tablet o el teléfono, es importante que los padres sepan orientarles hacia un tipo de juego adecuado para su edad, proactivo, preferiblemente de contenido educativo -sin perder por ello el ingrediente de diversión- y que les ofrezca un entorno seguro en el que puedan disfrutar de un tiempo de pantalla saludable mientras ellos, como padres, se sientan tranquilos", sostiene Rhona Anne Dick.