CASTELLÓ. El Museu d’Etnologia de Castelló acoge hasta el 5 de mayo la particular denuncia contra el abandono del campo de Claudia de Vilafamés, una de las creadoras plásticas con más proyección en la provincia. ‘L’ànima del cep’ es el nombre de esta exposición en la que la pintora transforma en arte la belleza de la naturaleza muerta que llegó a su máxima expresión tras el encierro por la pandemia.
“La tierra estaba desatendida y estaba todo muerto. Pero fue en ese momento cuando me di cuenta de que las cepas que había en el suelo y que estaban totalmente desechas, tenían la forma perfecta para ser pintadas. Recogí una buena muestra y me las llevé al estudio, y cuando las puse frente a un fondo azul vi claro cuál era el camino”, explica.
Para Claudia se inició un proceso reflexivo cuyo eje es el abandono de la agricultura pasando por nuestras raíces y el proceso vital hasta llegar a la muerte. “Es una lástima la situación actual. Yo me centro en la imagen de la viña pero se traslada al campo en general. Es de donde comemos cada día, y aun así lo hemos dejado morir”.
El trabajo de la de Vilafamés que se puede ver en el Museu es realista y detallista. Las obras horizontales muestran la cepa muerta mientras que en las verticales se puede ver la cepa en vida. “Los que somos de pueblo aún recordamos las viñas en plena producción, pero algunas leyes han favorecido que todo eso ya no exista, y una parte de la economía de los municipios de interior ha desaparecido”, explica con la esperanza de trasladar al espectador sus propias reflexiones. “Cada uno ha de llevar a su terreno lo que ve en la exposición”, añade.
Como cita Xavier Allepuz, la pintora en este trabajo recurre a su microcosmos personal, a sus recuerdos, y a sus vivencias. A través de sus raíces hace su particular reflexión sobre la muerte. “Y vuelve a buscar sobre el territorio vivido la fuente de inspiración, la materia que le permite expresar de forma metafórica la muerte. Y en la búsqueda encuentra la cepa, esa materia leñosa que un día fue expresión de vida, de verde, de fruto y de vino, pero que ahora al haber desaparecido la savia de los vasos conductores representa la muerte”.
Cuando se cumplen 40 años de la primera vez que hizo una exposición de su obra, Claudia de Vilafamés está ahora madurando su próximo trabajo mientras acaba de hacer el traslado de su estudio castellonense y disfruta de la buena acogida que está teniendo la muestra que se puede ver en la calle Caballeros.