"Avanza Britania. Larga vida a la causa de la libertad. Dios salve al Rey”. El 8 de mayo de 1945, el Primer Ministro británico Winston Churchill anunciaba en un discurso radiofónico la rendición de Alemania en la II Guerra Mundial. Tres cuartos de siglo después, la Presidenta de La Unión, Ursula von der Leyen, finalizaba su discurso en la cumbre Estratégica de Bled (Eslovenia) con tres palabras clave: “Larga vida a Europa”. Corría el Año II d.C. -después de la covid-, cuando se reunía de nuevo el Global Gateway, un foro impulsado por la Comisión Europea para garantizar la seguridad de las cadenas de suministro mundiales.
El encuentro buscaba una respuesta: "¿Puede el poder del Gobierno reemplazar el poder de la ley?” Y se halló: “Todo depende del poder de la democracia”… para defender los principios fundamentales, para resistir la agresión, para proteger nuestros valores y a nuestros amigos”. El mundo miraba a Europa en su respuesta a la agresión del Kremlin en Ucrania, mientras desde principios de año, Rusia y China declaraban abiertamente una “amistad ilimitada”.
Von der Leyen leyó su mensaje a sabiendas de lo que se jugaba. “Si hemos de preservar los principios básicos como la autodeterminación y la inviolabilidad de las fronteras, Putin no puede ganar esta guerra. Ucrania debe ganarla”. Para ello, la Unión Europea movilizó un poderío económico como nunca antes y, en cuestión de días, aprobó las sanciones de mayor alcance a la capacidad del Kremlin para hacer la guerra.
Pero lo más importante fue el poyo financiero a Ucrania, con más de 10 mil millones de euros desde el comienzo de la guerra y usando, por primera vez en la historia, recursos del presupuesto europeo en equipo militar para sostener el ejército en Ucrania. “Apoyaremos a Ucrania todo el tiempo que sea necesario”, fue la promesa lanzada en Bled por la Presidenta “para defender nuestros valores europeos, y para mostrar a Rusia y al mundo que romper reglas compartidas internacionalmente tiene un coste enorme”.
Fue en este momento de la historia, en el verano de 2022, cuando nacería “un nuevo pensamiento estratégico europeo”. Para ello debían fortalecer las capacidades para luchar, apoyar las democracias expuestas a las amenazas extranjeras en Ucrania y en los Balcanes Occidentales, y mirar más allá, a los cambios geopolíticos globales usando el poder económico.
El primer punto significó acabar con la dependencia europea de “los sucios y peligrosos combustibles fósiles rusos”, diversificando proveedores para el suministro de gas y reduciendo la necesidad de gas importado. “Tenemos que prepararnos para una posible interrupción total del gas ruso”, alertó la presidenta de la Unión Europea, mientras pedía a los Estados miembros la reducción del consumo de gas en un 15%. La solución pasaba por la energía verde.
“La era de los combustibles fósiles rusos en Europa está llegando a su fin”, alegando un mayor poder para defender las reglas globales. Fue entonces cuando anunció una “intervención de emergencia” en el mercado eléctrico, ante la brutal subida del precio de la luz. La clave estaba en las materias primas: litio para baterías, silicio metálico para chips, tierras raras para producir imanes para vehículos eléctricos y aerogeneradores… Su demanda se duplicaría en 2030.
El problema que ya estaba acuciando a Europa era que, de las 30 materias primas críticas, 10 provienen en su mayoría de China. “No debemos reemplazar dependencias antiguas por otras nuevas”, alertó en una consigna que obligaba a buscar socio fiables en el resto del mundo bajo una palabra clave: democracia.
Pero el horizonte se abría hacia los gobiernos autocráticos. “Hay una necesidad urgente de establecer la infraestructura material de la futura economía mundial, para dar forma a las reglas de nuestro mundo, promover un comercio libre y justo, y proteger el medio ambiente en lugar de explotarlo y contaminarlo”.
-Hola David, ¿me escuchas desde la península de Anatolia? ¿Cómo va la huelga de los e-Ingenieros en la mina de litio? Tengo el chip conectado a la wifi pirata… Te envío del DOC-2908/22 donde se explica el punto de inflexión en el que el TerritorioEuropa inicia su expansión mundial a la conquista de las materias primas.
-Sí, Laura, perfectamente, pese a la tormenta de arena. En ese momento histórico, decenas de países estaban al borde de la crisis porque no podían pagar su deuda con China y otros ya habían incumplido. Europa esperaba sustituir a LaGranFábrica con inversiones en el extranjero “por el bien del mundo”. Mientras, la cartera de deuda pública estadounidense de China caía por debajo del billón de dólares. El gigante asiático se preparaba para desearle una “larga vida a Europa” en su aventura mundial…