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Las cooperativas agroalimentarias valencianas facturaron en 2020 más de 2.150 millones

17/06/2022 - 

CASTELLÓ. Las cooperativas agroalimentarias valencianas facturaron de forma agregada 2.152 millones de euros en 2020, con un valor final de la producción comercializada que superó los 1.216 millones de euros. Así lo recoge el último Informe Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Valenciano elaborado por la Federació de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, correspondientes al cierre del ejercicio 2020.

Las exportaciones, pese al impacto de la pandemia en aquel ejercicio, mantuvieron su línea ascendente, hasta alcanzar los 948 millones de euros. Estas se dirigieron en un 75% a la Unión Europea y en un 66% a la zona euro. Los principales destinos de exportación fueron, por este orden, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Países Bajos, Portugal, Bélgica y Polonia.

333 cooperativas con más de 176.000 socios

Así, y pese al impacto del Brexit, Reino Unido mantiene su posición en este listado y continúa siendo uno de los destinos preferentes de las exportaciones agroalimentarias valencianas. Entre las cifras del sector, cabe destacar que está formado por 333 de cooperativas, de las cuales 253 -que facturan en conjunto el 96% del total del sector- están asociadas a la Federació. 

La base social de estas cooperativas está formada por 176.549 personas, de las cuales un 27% son mujeres y un 13% jóvenes menores de 40 años. La cooperativas agroalimentarias valencianas no solo mantuvieron el empleo durante los momentos más duros de la pandemia, sino que además lo aumentaron hasta alcanzar las 19.858 personas ocupadas, con un 76% de contratos fijos o fijos discontinuos.

Preocupación por los costes

Así se ha expuesto en la asamblea general ordinaria que Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana ha celebrado este viernes y que ha reunido a representantes de más 90 cooperativas asociadas.

En la inauguración de la Asamblea, el presidente de la Federació, Cirilo Arnandis, ha mostrado su preocupación por el contexto en el que desarrollan su actividad las cooperativas en la actualidad, asegurando que “la grave crisis de suministros básicos y materias primas ha desembocado en un incremento de costes desmesurado, que impacta en la maltrecha rentabilidad de las explotaciones de nuestros socios”, y ha recordado que, a diferencia de otras industrias, “no podemos repercutir estos incrementos de costes en nuestros clientes”.

La Ley de la Cadena Alimentaria

Tras la asamblea ha tenido lugar una ponencia a cargo del presidente del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), Miguel Ángel Riesgo, quien ha puesto en contexto la próxima entrada en funcionamiento del Sistema de Información de Explotaciones Agrarias (Siex). Riesgo ha destacado que “el Siex nos va a permitir hacer una gestión eficiente de la PAC”, en “un momento de cambio de paradigma”, a través de “un sistema eficaz y robusto” que “debe ayudar además a la mejora de la gestión de las explotaciones”. 

Riesgo ha indicado también que el FEGA está trabajando con las empresas de agrotecnología, para que sus respectivos sistemas sean compatibles con los requerimientos de información y características del Siex.

A continuación, Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ha abordado ante los asistentes a la asamblea los puntos clave de la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria desde la perspectiva cooperativa, con la defensa de la singularidad de la relación entre socio y cooperativa como base del posicionamiento del sector cooperativo.

En el acto de clausura de la asamblea han participado el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca; el presidente de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, Cirilo Arnandis; y el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Roger Llanes.

Momentos de cambio

En su intervención, Villafranca ha destacado “estamos viviendo momentos difíciles, de cambio, pero como otros que hemos vivido en el pasado”. En la respuesta ante los retos que se presentan, ha incidido en que “el individualismo no debe primar, ya que juntos podemos garantizar la continuidad del sector”. Por último, ha pedido sensibilidad y apoyo a las administraciones, ya que “cuanto más cerca están, más fácil es dar soluciones a los problemas”.

Por su parte, Arnandis ha incidido en primer lugar en que “la rentabilidad de las explotaciones es la llave que debe abrir la puerta del relevo generacional en el campo” y que la falta de ese relevo puede conducir a una pérdida de “talento, volumen de producción, competitividad, capacidad de influencia y protagonismo en los mercados”, hasta el punto de que “podemos acabar cediendo a terceros nuestra soberanía alimentaria”.

Sobre la guerra en Ucrania, el presidente de Federació ha destacado que “tiene importantes derivadas económicas”, entre las que ha citado el encarecimiento de los costes energéticos o “la desestabilización del comercio global que se ha producido, con el cierre de Ucrania y Bielorrusia, y la alteración de las condiciones del mercado ruso para los países que todavía podían operar en él”.

En lo referente al impacto del Pacto Verde y las Estrategias De la Granja a la Mesa y de Biodiversidad, Arnandis ha sido rotundo al afirmar que “en el futuro seremos más verdes, pero seguramente también más pobres” y ha lamentado que no se haya hecho “un ejercicio de ponderación de ambos factores para encontrar un equilibrio adecuado” entre la rentabilidad del sector y el incremento de las exigencias asociado a estas políticas comunitarias.

Por último, sobre los fondos de recuperación post-pandemia, el presidente de Federació ha indicado que “es difícil que el dinero llegue a pie de parcela, porque los proyectos que se pueden beneficiar de las ayudas de los Perte solo están al alcance de grandes grupos y conglomerados, con intereses alejados muchas veces de la realidad cotidiana y las necesidades de los agricultores”.

El secretario autonómico, encargado de cerrar la asamblea, ha recordado por su parte la necesidad de abordar la sostenibilidad presente y futura del sector agrario desde la triple vertiente: medioambiental, social y económica.

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