EL ICACS apunta a un fin de ciclo tras el 'boom' del ladrillo y a una "legislación que protege"

Las ejecuciones hipotecarias caen en Castellón al nivel más bajo de la década con 279 casos en 2023 

8/03/2024 - 

CASTELLÓ. Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas se han desplomado en la provincia de Castellón a los niveles más bajos desde que existen estadísticas. Tal y como reflejan los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a lo largo de 2023 se registraron 279 ejecuciones de hipotecas de viviendas. La cifra supone un 37,6% menos que el pasado año y se sitúa muy por debajo de las 2.121 ejecuciones de 2014, año en el que el INE comenzó a analizar la evolución de estos procedimientos que, en la mayoría de los casos, acaba en el embargo de la vivienda por la deuda. 

Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas caen en Castellón por encima de la media nacional, cuyo descenso anual se situó en en 21%. La cifra va en consonancia con los estudios que el Consejo General del Poder Judicial viene realizando desde 2007 sobre los 'efectos de la crisis en los órganos judiciales'. Así, por ejemplo, estas estadísticas reflejan que en el año 2022 los juzgados de los cinco partidos judiciales de la provincia realizaron 270 lanzamientos por impago de hipotecas. En 2014, se ejecutaron 764.

Para Rafael Reolid, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Castellón (ICACS) y responsable de los convenios que suscribe la institución como el que se firma con la Diputación provincial para atender los servicios de mediación hipotecaria en los ayuntamientos de Castelló, Vila-real, Burriana, Vinaròs, Benicarló y Onda, este desplome de las ejecuciones hipotecarias responde a "múltiples factores". 

Final del 'boom' del ladrillo

"Estamos al final de un ciclo económico que se arrastra desde hace años", dice. Reolid se refiere a los años del 'boom' inmobiliario, cuando los bancos concedían hipotecas sin los filtros o las restricciones actuales. 

Según el INE, en todo el año 2023 se constituyeron 1.086 hipotecas frente a las 2.775 firmadas en 2014. Con respecto al año en el que estalló la burbuja inmobiliaria (2008), las cifras también reflejan el descenso en el número e importe de hipotecas. Solo en el mes de diciembre de 2008 se firmaron 559 hipotecas por 62,3 millones. En el mismo mes de 2023 fueron 284 hipotecas por 22,11 millones. Es decir, el préstamo bancario medio pasó de 111.500 euros a 77.800 euros en ese periodo.

"Estamos en el final del proceso de ese boom económico y las ejecuciones que ahora se están dando vienen de esos años, porque estamos hablando de procesos largos y complejos", explica Reolid. Así, apunta que "ahora los bancos ya no dan tantas facilidades, hay menos préstamos y, además, ahora se opta por renegociar o refinanciar la deuda antes de acudir al embargo". "Si el banco no hubiera cerrado el grifo estaríamos como en años atrás", recalca.

"Legislación que protege" 

Junto a este final de ciclo consecuencia del 'boom' inmobiliario, desde el Colegio de Abogados de Castellón también apuntan a otro factor que explica este descenso. "Ahora hay más herramientas para no ejecutar la hipoteca porque la legislación también contribuye y ahora protege ante situaciones de vulnerabilidad", indica Reolid. 

De la misma manera se pronuncia Iñaki Vallejo, vinculado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y que actualmente presta asistencia al servicio de mediación hipotecaria del Ayuntamiento de Vila-real. Según explica, en la actualidad "apenas hay casos de desahucios por impago de hipotecas, ahora se buscan otras soluciones o hay ayudas para evitar llegar a ese punto". Vallejo apunta que los códigos de buenas prácticas bancarias han ayudado a buscar otras soluciones al desahucio por impago. "También ahora hay más cobertura social, ayudas sociales que evitan llegar al desalojo", sostiene. 

Así, por ejemplo, cabe recordar las medidas para suspender los desahucios y lanzamientos que el Gobierno puso en marcha para paliar las consecuencias económicas y sociales tras la covid-169. 

En la provincia de Castellón, por ejemplo, estas consecuencias se hicieron notar a lo largo de 2021. Ese año, las ejecuciones hipotecarias crecieron con respecto al año anterior al registrar 845 frente a 733 casos. Al año siguiente, 2022, la cifra bajó a la mitad: 447 ejecuciones hipotecarias. Ya en 2023, la estadística ha caído hasta los 279 casos. 

Un desplome que se ha hecho notar en la provincia de Castellón hasta el punto de la 'desaparición' de la PAH en este territorio. Así, Vallejo apunta que la plataforma ha dejado de actuar y se ha quedado sin voluntarios ante los pocos casos de desahucios por impacto de hipotecas con respecto a los años de la crisis inmobiliaria y financiera. No obstante, alerta de que la problemática en la vivienda "ahora se ha trasladado al mercado del alquiler". 

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