coincidiendo con la fase 3

Las escape room de Castellón inician su desescalada: reabren para 'escapar' del cierre 

13/06/2020 - 

CASTELLÓ (EFE). Las salas de juego de escape planean su reapertura en la fase 3 de la desescalada para volver a situarse como un negocio en expansión, donde se garantiza la diversión "sin riesgo de contagios masivos" para recuperar público y "escapar" del cierre que amenaza a muchos negocios de este tipo de ocio en vivo.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Escape Room de Castellón, Javier Ares, ha explicado a EFE que muchos empresarios de este sector se han unido para crear la iniciativa nacional "Escapemos", en el marco de la cual ya han preparado una normativa a la que cualquier "escape room" podrá adherirse.

Esta aporta también información para los usuarios sobre las novedades en el uso de estas instalaciones y sobre las medidas sanitarias que se van a adoptar para convertirlos en entornos seguros.

Ares ha señalado que las salas adheridas a esta iniciativa aplicarán las normas que se han elaborado tras consultar al Ministerio de Sanidad, y ha asegurado que todos los "escape rooms" de la provincia se han adherido a estas medidas.

El presidente de la asociación, que es además propietario de Laser Game Evolution Castellón -con más de mil metros cuadrados en los que alberga un "laser game", tres salas de "escape room", realidad virtual y servicios de restauración-, ha señalado que este tipo de negocio evitará el riesgo de "contagios masivos".

Según ha defendido, son espacios a los que se acude previa reserva y con un grupo de familiares y amigos, de un máximo de seis personas, y durante el juego "no se cruzan con nadie más".

Después de cada sesión -que suele durar entre 60 y 90 minutos- se desinfectará la sala y se dejará lista para el nuevo grupo, y al final de cada jornada se hará una desinfección a fondo de cada estancia.

La implantación de las medidas de higiene supone para los empresarios del sector un gasto extra que llega tras el cierre inmediato con el decreto de estado de alarma. Durante este tiempo no han tenido oportunidad de reorientar los negocios ni de adaptarlos a los requisitos legales y serán, junto con el resto de locales de ocio, los últimos en retomar la actividad durante la desescalada.

Al decretarse el estado de alarma, Cristina Malo, copropietaria de Challengers Escape Room de Castelló, no solo vio cómo se cancelaban todas las reservas sino que tuvo que paralizar la inminente puesta en marcha de una segunda sala en su negocio, en la que habían trabajado durante los últimos meses haciendo un gran esfuerzo inversor.

"De la noche a la mañana vimos paralizado por completo el negocio", ha recordado Malo, quien ha explicado que durante el estado de alarma han vivido "con incertidumbre" la vuelta a la normalidad, pues se trata de un negocio no catalogado y demasiado específico, y ahora trabajan "contra reloj para recuperar la actividad con todas las garantías higiénico-sanitarias".

El interés de los aficionados a este tipo de juego presencial y en grupo -en que deben ir superando pruebas para completar un reto en un tiempo limitado- se ha despertado de nuevo, según han constatado Malo y Ares, ya que han comenzado a recibir peticiones para hacer reservas, aunque ambos inciden en que es necesario que el cliente vuelva a sentir la confianza para disfrutar del ocio.

En la Comunitat Valenciana hay actualmente unas 200 salas de "escape room", en su mayoría creadas en los dos últimos años, como en el caso de la provincia de Castellón, donde la totalidad de sus negocios tiene menos de dos años de antigüedad.

Según datos de la Asociación Española de Juegos en Vivo Escape Room (AEJEVER), el pasado 2019 se cerró con cerca de 1.800 juegos operativos en España (creados por un millar de empresas) con 3.195 empleados y un volumen de negocio estimado de 173,5 millones de euros.

Un negocio en expansión en el que los empresarios no solo estaban abriendo nuevas instalaciones, sino que afrontaban mejoras y ampliaciones, con nuevas temáticas, aventuras y enigmas para resolver.

Con el parón del estado de alarma, se ha cernido sobre ellos la amenaza de cierre y mientras las grandes franquicias tienen más oportunidad de sobrevivir, los pequeños propietarios ven peligrar sus negocios porque además han tenido que seguir pagando los alquileres y amortizando las inversiones acometidas para arrancar y ampliar salas.

Y ahora deben afrontar la nueva puesta en marcha, poniendo a punto sus locales, comprando el material de desinfección y haciendo frente a la disminución de ingresos que prevén con la necesidad de espaciar los grupos para poder desinfectar y garantizar la seguridad de los usuarios.

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