Cuando me propusieron escribir este artículo, mi reacción fue de expectación porque siempre he utilizado la informática y hasta ahora no me había parado a pensar lo mucho que me ayuda en mi día a día, tanto laboral como personalmente. De repente han surgido en mi mente preguntas como: ¿Por qué el 9 de diciembre? ¿desde cuándo se celebra?
La información que he obtenido me ha llenado de orgullo como mujer que soy. El 9 de diciembre de 1906 nació en EEUU Grace Murray Hopper, apodada como Amazing Graze. Matemática y militar excelente (llegó a ser contraalmirante de la Armada) destacó en un mundo de hombres simplemente con su inteligencia.
Fue la primera mujer en programar el primer ordenador electromecánico del mundo desarrollado por IBM, el Mark I. Responsable del primer compilador, el sistema A-0, de uno de los primeros lenguajes de programación COBOL. También participó en la aparición de los métodos de validación, procesos que garantizan que los procedimientos funcionan de forma adecuada. Murió el 1 de enero de 1992, a los 85 años, dejando un legado de conocimientos inmensos para la humanidad.
En 1983 tuvo lugar el primer encuentro de profesionales informáticos donde eligieron el 9 de diciembre como Día Mundial de la Informática en honor a Graze Hooper.
Pero... ¿cuántas mujeres se dedican a la informática bien sea por estudios o trabajo? Las cifras son realmente preocupantes: en España solo el 28% de los estudiantes universitarios de carreras STEM son mujeres cuando ellas representan más del 50% de la población universitaria. A la hora del trabajo los datos no son mejores: solo el 1% de mujeres trabaja en el sector frente al 2,4% de los hombres (Statista 2021).
Hay estereotipos difíciles de romper como el género: “Las mujeres no son tan inteligentes como los hombres para las carreras técnicas”. La inteligencia no tiene género pero el mensaje social y cultural que se transmite incide directamente en niños y niñas que están construyendo su propia personalidad. Faltan referentes femeninos en estas edades a los que seguir.
"en España solo el 28% de los estudiantes universitarios de carreras STEM son mujeres cuando ellas representan más del 50% de la población universitaria".
El diseño curricular de las enseñanzas técnicas no resulta motivador para las mujeres. Considero que las mujeres, salvo excepciones, son más generalistas, les gusta la colaboración, la sociabilidad. Estas características se tienen que tener en cuenta en el diseño de unos nuevos estudios. Hay que abandonar los métodos tradicionales muy memorísticos y pasar a métodos más dinámicos con más interacciones. No solo hay que fijarse en los contenidos sino también en el lenguaje que se utiliza y las emociones que provocan.
La falta de conciliación laboral y las estadísticas de empleo de las carreras tecnológicas, son también barreras a la hora de elegir unos estudios universitarios u otros.
Me vienen al pensamiento los estudios de Biotecnología. Una carrera interdisciplinar con asignaturas como Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Tecnología. El porcentaje de mujeres matriculadas en Biotecnología o Ciencias de la Salud alcanza el 60%, el doble de la media del conjunto de las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y muy por encima de otras disciplinas como Ingeniería 31% o Informática 15%, según el Informe AseBio (9 oct 2020).
¿Tendremos que crear una carrera de Bioinformática o Bioingeniería?... Tal vez. Tenemos un patrón. Solo hay que seguirlo.
¿Qué opinaría Graze Hooper de su aporte “informático” a la sociedad? Muchas felicidades en tu día, Graze.
La autora de este artículo es miembro de Networking Directivas Castelló y Deputy CEO Uniasser Consulting, Gestión del Cambio y Transformación Digital.
