CASTELLÓ. Los jugadores del Castellón no van a estar solos este sábado cuando se enfrenten al Logroñés por un puesto en Segunda División. Aunque los seguidores albinegros no podrán acompañarles en La Rosaleda en un día tan especial, sí lo harán desde la distancia, mostrándoles todo su apoyo en el partido más importante de los últimos años.
La situación sanitaria causada por el coronavirus dificulta las reuniones de aficionados, si bien algunos colectivos se han organizado para compartir las emociones del partido por televisión. Eso sí, respetando las medidas de prevención correspondientes.
Así, los integrantes de la Federación de Peñas del CD Castellón (Fedpecas) presenciarán el encuentro en el local de la peña Pasión Albinegra, situada en la calle Huesca.
Este colectivo se ha mostrado muy activo en las últimas semanas diseñando un tifo de despedida que se ha ubicado en las gradas de Castalia, vistiendo la estatua de Tombatossals con una capa albinegra y repartiendo banderas por la ciudad. “El club se juega muchísimo y no podíamos hacer otra cosa que apoyar a los jugadores porque en Málaga van a estar solos y tienen que notar mucho más si cabe el cariño que les tenemos”, explica Alberto Aicart, presidente de la Fedpecas.
La Agrupació de Penyes Albinegres (A.D.P.A.) también se ha movilizado para la causa. En su local, situado en la Avenida Benicàssim, proyectará el partido en pantalla gigante y al final, si hay ascenso, iluminará el cielo de Castelló con un castillo de fuegos artificiales. Esta semana, una representación de este colectivo ha estado en Castalia para entregar camisetas a los técnicos del Castellón y desearles suerte ante el Logroñés. “Pudimos hablar con Óscar Cano y nos transmitió mucha tranquilidad y seguridad”, señala Jaime García, que acudió al acto en nombre de la A.D.P.A.
García alimenta su optimismo en las sensaciones que le ha dejado el entrenador andaluz y rechaza la teoría de que el Logroñés sea favorito, aunque reconoce su buen nivel. “Es el equipo que más puntos ha sumado en la fase regular y va a ser complicado, pero después de tanto tiempo sin competición, el partido es una moneda al aire”, afirma.
Aicart también reconoce la dificultad del encuentro, si bien espera que el final sea feliz. “Va a ser muy complicado porque el campo va a estar vacío y los jugadores no están acostumbrados a esto, pero tenemos confianza al cien por cien y más después de ver al gran Tombatossals con esa capa albinegra”.
Las dudas se disiparán al filo de la medianoche. Quizás para entonces, la afición más numerosa de Segunda División B y la que ha estado apoyando en los peores momentos de la historia del club, celebre su regreso al fútbol profesional.