CASTELLÓ (EP). Un estudio realizado por investigadores de la Universitat Jaume I (UJI), la CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Castellón y la Universidad francesa Bourgogne Franche-Comté (UBFC) en Dijon señala que personas con esquizofrenia toman decisiones menos arriesgadas y toleran menos las injusticias económicas.
Estos investigadores evalúan en el estudio las decisiones de riesgo y la percepción de la injusticia en el ámbito económico en personas consumidoras de cocaína y con patologías mentales asociadas: esquizofrenia o trastorno antisocial de la personalidad.
Sus resultados, que acaban de ser publicados este lunes en la revista científica de alto impacto Scientific Reports, del grupo editorial Nature, revelan que las personas con esquizofrenia toman decisiones menos arriesgadas y toleran menos las injusticias de tipo económico si se comparan con el grupo de personas sanas. El estudio ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por la Fundación del Hospital Provincial de Castelló.
En este estudio, los participantes tomaron parte en un experimento con dos tipos de decisiones. En primer lugar, tuvieron que elegir entre distintas apuestas de lotería, en una tarea orientada a evaluar su grado de aversión al riesgo económico. En segundo lugar, participaron en una versión modificada del 'juego del dictador' que permite suscitar actitudes altruistas o no, en situaciones de injusticia económica tanto ventajosas, como desventajosas.
Las personas con enfermedad mental afrontan este tipo de procesos de toma de decisiones influenciados por experiencias pasadas relacionadas con el riesgo y con la comparación y las diferencias con otros. Es por eso que ambos escenarios se diseñaron con el objetivo de observar su proceso de toma de decisiones en ambas circunstancias, según ha informado la Universidad CEU UCH en un comunicado.
Los resultados del estudio de la UJI, la CEU UCH y la UBFC muestran que los participantes con trastorno antisocial de la personalidad asociado al consumo de cocaína no presentaron diferencias significativas en relación al grupo de control, integrado por estudiantes de distintos grados universitarios de la UJI que voluntariamente participaron en el experimento.
Sin embargo, en las personas consumidoras de cocaína con esquizofrenia sí se observan diferencias estadísticamente significativas: por un lado, sus decisiones económicas fueron menos arriesgadas en la elección entre las apuestas de lotería y, por otro, toleraron peor la injusticia económica en el juego modificado del dictador.
Ante estos resultados, y dada la falta de patrones claros en estudios previos, los autores de la investigación destacan el interés de estudiar el proceso de toma de decisiones económicas para el diseño de tratamientos psicosociológicos en la patología dual: trastornos mentales asociados al consumo de drogas.
Gonzalo Haro, profesor de Medicina de la CEU UCH, apunta que estudios de economía experimental, como este, "pueden contribuir a una evaluación adecuada de los pacientes por parte de los psiquiatras en relación a una posible incapacitación legal para hacer uso de su dinero y bienes, especialmente en el caso de personas adictas a la cocaína que presentan esquizofrenia".
Tal como ha subrayado Abel Baquero, también profesor de la CEU UCH, "los resultados de la investigación son una evidencia más de la importancia de los estudios sobre el comportamiento económico como herramienta de utilidad, tanto en la salud mental como en las adicciones, ya que permiten contar con información adicional valiosa en el tratamiento de la patología dual".
Esquizofrenia y trastorno antisocial de la personalidad son las dos patologías mentales más asociadas al consumo de cocaína, la sustancia ilegal más consumida en Europa. Se estima que 2,3 millones de jóvenes europeos de edades comprendidas entre los 15 y los 34 años la consumen. En España, la cocaína es la causa del 36,5 por ciento de los casos que requieren tratamiento por consumo de drogas y de la mitad de las atenciones en Urgencias por consumo de drogas.
El equipo de experimentalistas comportamentales de la UJI, coordinado por la profesora Aurora García Gallego, tiene una gran experiencia en la aplicación de la metodología experimental a muestras poblacionales muy diversas, si bien éste ha sido el primer experimento de campo con pacientes. "El tipo de resultados obtenidos y la validez externa mostrada por parte de la comunidad científica nos deja abierta una puerta tan importante como esperanzadora para estudios futuros de relevancia para la medicina", destaca.