Eva María Garcés, directora del Máster de Trabajo Social en Salud Mental, desgrana los detalles y objetivos de esta formación impulsada por el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló, y el
contexto crucial en el que emerge.
CASTELLÓ. Con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental aún reciente, el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló intensifica su acción formativa poniendo el foco en este vértice invisibilizado de la salud global que la pandemia ha situado en primera línea. Este lunes, 18 de octubre, arranca el curso Trabajo Social en Salud Mental Comunitaria, organizado por el colegio castellonense y que se impartirá en modalidad online durante diez sesiones -con análisis de casos prácticos- hasta el próximo mes de enero.
Eva María Garcés, docente responsable del curso, trabajadora social en el ámbito de la salud mental y directora del Máster de Trabajo Social en Salud Mental en la Facultad de Medicina de Zaragoza, desgrana en esta entrevista los detalles y objetivos de esta formación impulsada por el colegio castellonense, y el contexto crucial en el que emerge.
-¿Qué vínculo tienen el Trabajo Social y la Salud Mental?
Ha sido y sigue siendo muy estrecho. El Trabajo Social nació vinculado a la ciencia médica. En Estados Unidos, al principio del siglo XX se incorporan las y los trabajadores sociales a los hospitales psiquiátricos considerando que era necesario tener una completa información sobre los aspectos sociales para el tratamiento de los pacientes. Esta influencia llega a España importada de EEUU y los trabajadores sociales sanitarios están presentes en los dispositivos psiquiátricos desde los inicios de la profesión. Progresivamente, se fue impulsando su incorporación en las organizaciones sanitarias, así como la formación de estos profesionales para desempeñar adecuadamente su rol en este ámbito, llegando a considerarse el Trabajo Social Psiquiátrico como una especialización profesional.
-Salud Mental Comunitaria: ¿qué es?
Hablar de salud mental comunitaria exige darle importancia al contexto donde se desarrolla la vida de las personas, poniendo el foco en que la atención se dé en la comunidad, centrada en la persona y con equipos interdisciplinares.
La salud mental comunitaria exige considerar a las personas con graves problemas de salud mental como ciudadanos y ciudadanas, sujetos de derechos y obligaciones y con dificultades para ejercerlos. La salud mental comunitaria, desde un abordaje holístico, responde a los problemas de salud mental haciendo uso de los recursos comunitarios, para asegurar que las personas diagnosticadas puedan ejercer su derecho a recibir cuidados y apoyo en su propio entorno, y optimizar su posibilidad de recuperación.
El objetivo de la salud mental comunitaria es que la ciudadanía pueda disfrutar de buena salud y bienestar. Las personas con problemas graves de salud mental tienen desventajas sociales y necesidades no cubiertas en muchos aspectos de la vida y necesitan acceso a tratamiento de alta calidad en sus comunidades que les permita vivir su vida como ciudadanos en situación de igualdad.
Hoy por hoy sabemos que las redes integradas de salud mental comunitaria se asocian con mejores resultados para los usuarios (mayor calidad de vida, mejor adherencia al tratamiento, menor estigma, mayor estabilidad de vivienda, mejor rehabilitación vocacional).
-¿Qué puede aportarse desde el Trabajo Social a la hora de preservar y atender la salud mental?
El Trabajo Social aporta la perspectiva social a la atención en la salud mental, donde es fundamental reconocer los determinantes sociales y su relación con la salud mental a lo largo del curso de la vida de las personas.
El Trabajo Social trabaja con los sistemas de apoyo natural y las capacidades que las personas aportan para resolver sus propios problemas, a la vez que identifica e interviene en las desventajas sociales que interfieren en su proceso de recuperación. Actúa para restaurar el bienestar individual, familiar y comunitario.
-La enfermedad mental: ¿es la nueva pandemia que deja la covid, tras la sanitaria global, la social y la económica?
Había una falta de recursos de salud mental para atender adecuadamente a la población antes de la crisis de la Covid. Los problemas de salud mental no son una nueva pandemia, pero ésta ha supuesto sacar a la luz las deficiencias y la falta de cobertura en la salud mental. Ha puesto en evidencia que la salud mental es cosa de todos y todas y que puede afectar a cualquiera, por lo que es más urgente que nunca prestarle la atención que merece y una mayor inversión en salud mental para asegurar el acceso a una atención en salud mental universal y pública.
Las personas con determinados condicionantes de vulnerabilidad y factores de riesgo son las que están viendo afectada más gravemente su salud mental (niños y adolescentes, población inmigrante, situaciones de pobreza y condiciones de vida desfavorables,…). Las y los trabajadores sociales dedicamos especial atención a estos grupos de riesgo en la atención a la salud mental.
-¿Qué caracteriza a este curso?
Es un curso teórico-práctico que tiene como objetivo principal mejorar la práctica del Trabajo Social a las personas con un diagnóstico de salud mental desde una perspectiva comunitaria, adquiriendo conocimientos adecuados para la intervención en salud mental.
Desde el Colegio de Trabajo Social de Castelló se considera necesario ofrecer una formación especializada en salud mental para las y los trabajadores sociales que facilite nuevas herramientas en su práctica profesional en la atención a las personas con un diagnóstico de salud mental.