CASTELLÓ. Los agricultores de las sierras castellonenses d'Espadà y Calderona siguen adelante en la búsqueda por la Denominación de Origen Protegida para su aceite de oliva. La solicitud presentada hace meses ya empieza a ver un poco de luz después de que la Generalitat Valenciana haya sacado a exposición pública en el BOE la solicitud, un paso importante en la tramitación de la misma.
La solicitud, cursada por la Asociación para la promoción y defensa del aceite Serrana Espadán, reclama la Denominación de Origen para el llamado oro líquido de oliva virgen y virgen extra "de la variedad Serrana de Espadán, como variedad autóctona y de otras variedades minoritarias como Villalonga, Canetera, Morruda y Arbequina", tal como recoge el documento presentado.
Así, con la Denominación Oficial se pretende, entre otras cosas, estandarizar las características de sabor y técnicas que debe cumplir el aceite que aspire a contar con el sello distintivo. Por ejemplo, en cuanto a su acidez, así como sus niveles de picante o amargura, entre otras cuestiones. Así, se explica que este tipo de aceite tiene un "sabor dulce, fluido, afrutado, con matices de almendra verde y hierba fresca" y de "color entre verdosos y amarillos".
A la postre, la vinculación de este cultivo con el territorio es muy
antigua: "Se estableció en la antigüedad, de ello destaca la presencia de árboles milenarios", explica la solicitud en ese sentido. Prueba de ello es que de la época Romana, en la zona se ha localizado un tipo de recipiente llamado dolium que estaba destinado al almacenamiento de aceite. "La existencia de olivos milenarios y centenarios de estos municipios es una prueba fehaciente de que este cultivo ha sido uno de los principales medios de subsistencia de los lugareños a lo largo del tiempo", en el que se ha obtenido "un caldo de excelente calidad, cuya herencia milenaria han recogido las nuevas almazaras".
Así, en el repaso histórico, el documento explica que fue en el siglo XIX cuando se empezaron a dar "notables cambios a causa de la presión demográfica, aumentando la superficie cultivada de olivos e introduciéndose nuevos cultivos". Aunque la vid era el principal cultivo, "el olivo pasa a tener un rápido desarrollo que lo convertirá en el cultivo emblemático de gran parte de la zona", lo cual le otorgó un papel preeminente en algunas zonas durante el siglo XX, con la desaparición del viñedo y la reducción del cultivo del cereal en las sierras d'Espadà y Calderona.
Uno de los factores que permiten alumbrar el aceite de calidad en esta zona es el clima, que junto a la orografía y el tipo de suelo facilitan un producto "singular" y "único por las características propias", explica el mismo documento, que se aprecia por la recogida del fruto -la oliva- de manera temprana, en una posición "intermedia entre aceituna verde y madura".
Entre otras cuestiones, la solicitud expone que el cultivo del olivar en estas zonas se deberá hacer con prácticas tradicionales y que, para ser merecedor de la Denominación Oficial, los recolectores tendrán que hacer su labor "directamente del árbol, siendo el sistema tradicional o técnica de ordeño el más empleado, pudiéndose usar también máquinas de varios tipos con rendimientos altos, siempre que no se perjudiquen la calidad de las aceitunas".
El principal impulsor de esta Denominación de Origen es el Director de la Cooperativa Oleícola Alto Palancia, Coop.2ºG.V., Luis Velázquez, quien expone que, si finalmente se aprueba este sello, supondrá un "reconocimiento de calidad al aceite de una zona" y permitirá "aumentar las ventas y la comercialización" y, a la postre, "mejorar la rentabilidad" de la producción. Se sumaría a las 32 denominaciones de origen de aceite que ya existen en toda España, una de las cuales pertenece al aceite de la Comunitat Valenciana.
A partir de ahora, se establece un plazo de dos meses para que, si lo hay, cualquier interesado "pueda oponerse al registro pretendido", según el anuncio publicado en el BOE. La exposición pública por parte de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, supone "un paso importante", según Velázquez, el primero para que lo acabe aprobando el Gobierno y finalmente la Unión Europea. Así, aunque todavía queda camino, todo parece encauzado.